¿Son estadounidenses Ocasio-Cortez y las congresistas atacadas por Trump?

  • Los ataques de Donald Trump a cuatro congresistas por su origen abre el debate sobre la inmigración y la xenofobia en EEUU.
Alexandra Ocasio-Cortez y las congresistas atacadas por Trump
Alexandra Ocasio-Cortez y las congresistas atacadas por Trump
EFE

A pesar de que su madre era escocesa, a Donald Trump no le gustan los inmigrantes en EEUU. Su obsesión con amurallar la frontera con México y el reciente plan de redadas para echar irregulares del país así lo atestiguan. Pero no ha sido hasta sus ataques a cuatro mujeres congresistas por su origen (entre ellas, la joven estrella demócrata Alexandra Ocasio-Cortez) cuando la opinión pública ha empezado a calificar sus ideas de xenófobas. Por eso, ante las acusaciones del presidente del país, hay una pregunta que planea: ¿son estadounidenses las cuatro congresistas atacadas por Trump?

Tras las acusaciones de la semana pasada, el presidente estadounidense se ha justificado y se ha reafirmado este martes en sus críticas a las cuatro congresistas demócratas de ascendencia extranjera (Alexandria Ocasio-Cortez, Ilhan Omar, Ayana Pressley y Rashiba Tlaib), a las que ha vuelto a emplazar a abandonar el país. "Nuestro país es libre, bonito y muy exitoso. Si odian a nuestro país o si no están contentas aquí, ¡pueden irse!", aseguraba Trump en su tercer día consecutivo cargando contra las cuatro mujeres.

En una serie de mensajes publicados en su cuenta personal de la red social Twitter, Trump acusaba a las congresistas demócratas de haber estado "escupiendo" algunas de las expresiones "más viles, odiosas y asquerosas que haya dicho nunca un político en la Cámara de Representantes o el Senado [...]. Aún así, tienen vía libre y una gran acogida en el Partido Demócrata", señalaba, antes de denunciar que las congresistas tienen un "horrible" discurso contra Israel, contra Estados Unidos, y "a favor de los terroristas, entre otras cosas horribles".

El presidente de Estados Unidos también se preguntaba "por qué la Cámara de Representantes no va a votar para rechazar las sucias y odiosas cosas" que dicen las congresistas demócratas. "Porque son la izquierda radical y los demócratas tienen miedo de hacerse cargo. Es triste", se respondía a sí mismo. Por último, Trump aseguraba que si alguien "persigue al presidente, al país y a la bandera", el mandatario "se defenderá" y ha parafraseado a un comentarista de televisión para subrayar que solo está haciendo "cumplir las mismas leyes que están en los libros y que fueron aprobadas por el Congreso".

La táctica de mentiras que ya utilizó para desprestigiar a Obama

Como sucedió hace unos años con el bulo del supuesto origen extranjero del expresidente Barack Obama (que nació en Hawái y no en Kenia, como difundió falsamente el actual inquilino de la Casa Blanca), los argumentos de Trump se sostienen vagamente en la verdad, ya que tres de las cuatro congresistas han nacido en EEUU, mientras que todas ellas son ciudadanas estadounidenses de pleno derecho.

Alexandria Ocasio-Cortez nació en Nueva York y es de ascendencia puertorriqueña; Ayana Pressley es oriunda de Massachusetts; Rashida Tlaib nació en Michigan; mientras que solo Ilhan Omar es inmigrante y llegó a EEUU como refugiada desde Somalia a los 10 años de edad. Sin embargo, es ciudadana estadounidense, a pesar de que Trump haga distinciones en este sentido.

Por ejemplo, en un ilustrativo artículo de Vogue, se destacaba esta semana la paradójica aversión que siente Trump por los inmigrantes, excepto cuando son parte de su familia: al margen del origen escocés de su madre, su actual mujer, Melania, nació en Yugoslavia (actual Eslovenia), mientras que su primera mujer, Ivana, nació en República Checa. El artículo llega a la conclusión de que Trump utiliza su agresivo lenguaje cargado de xenofobia contra personas negras o latinas, incluso aunque hayan nacido en EEUU.

¿La mejor defensa es un buen ataque?

A pesar de las incongruencias de Trump, los analistas en EEUU opinan que se trata de una estrategia preconcebida por el presidente de EEUU para contraprogramar las crecientes críticas en el seno del partido Demócrata a su política migratoria y su falta de compromiso, especialmente por parte de sus miembros más jóvenes, como es el caso de Ocasio-Cortez y compañía.

En este sentido, el senador Bernie Sanders y la legisladora Alexandria Ocasio-Cortez, ambos del ala más progresista del Partido Demócrata, desafiaban a principios de semana al presidente estadounidense al declarar que la crisis climática es una "emergencia nacional" (en referencia al mecanismo legal que utilizó Trump para activar la dotación de fondos para su muro con México), un día después de que el mandatario defendiera su política de medioambiente sin mencionar el calentamiento global.

"La crisis climática debe estar arriba en la lista de retos del país. Es una amenaza existencial para nuestro planeta Tierra", señalaba Sanders en una rueda de prensa telefónica para presentar una resolución que declara el cambio climático una "emergencia nacional" en EEUU. La comunidad científica "está diciendo en términos inequívocos que no tenemos más de 12 años para dejar el combustible fósil si queremos dejar este planeta bien a nuestros hijos, nietos y las próximas generaciones", argumentaba Sanders, que es uno de los aspirantes demócratas a la Presidencia.

Una crítica a la que se sumaba Ocasio-Cortez: "No podemos subestimar científicamente lo que debemos hacer políticamente. Sabemos que existe consenso científico y que las soluciones están ante nosotros [...]. Solo necesitamos voluntad y coraje político", apuntaba la joven estrella demócrata. Unas palabras que, según la prensa estadounidense, han desatado la ira de Trump y su lenguaje más xenófobo.

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