Suiza también suspende en igualdad: 4 millones de mujeres llamadas a la huelga

Huelga feminista en Suiza
Huelga feminista en Suiza
EFE

Casi cuatro millones de mujeres suizas están llamadas a la huelga de este viernes. A pesar de haber acumulado algunas de las mejores notas en materia de democracia e igualdad, Suiza sigue acarreando lastres como el acoso laboral o la violencia de género. En uno de los países más ricos del mundo, faltan guarderías y equidad en el reparto de salarios y responsabilidades familiares.

Las mujeres suizas celebran esta huelga cada 14 de junio desde hace más 20 años, en conmemoración a la fecha en la que las suizas salieron a la calle por la formalización de una normativa que protegiera a la mujer en su entorno laboral. Las protestas cristalizaron en la publicación de una Ley de Igualdad de Género en la que se penalizó la discriminación de la mujer en el trabajo y que evitó despidos por embarazo, estado civil o género.

Frente al modesto seguimiento de los primeros años, esta vez se ha producido una movilización previa inédita, que comenzó esta pasada medianoche en la ciudad de Lausana, donde cientos de mujeres se congregaron en torno a la catedral, iluminada de púrpura, el color oficial del movimiento feminista. El seguimiento del evento ha sido alentado por otras corrientes proigualdad de género como el #MeToo, por lo que se esperan concentraciones masivas en las principales ciudades del país.

Una de las organizadoras, Tamara Knezevic ha lamentado que la igualdad como derecho constitucional no se da de manera real, material y efectiva para las mujeres: "Nos hemos dado cuenta de que las cosas no han cambiado desde 1991". Según la Organización Internacional del Trabajo, en Suiza los hombres ganan como media un 12 % más que las mujeres y el porcentaje asciende al 18,5 % en puestos de mayor responsabilidad. 

Pese a que Suiza se ha ganado la fama de país próspero y moderno, la meta de la igualdad real aún queda lejos. Según la OIT, el 60 % de los trabajos no remunerados recae en el género femenino, en un país donde el número de guarderías es insuficiente frente a la demanda y los niños hasta los ocho años solo acuden a la escuela cuatro días por semana, lo que obliga a muchas madres a aparcar sus carreras más tiempo que en otros países del entorno europeo

Mujeres como Emma Fabre, empleada del Centro Internacional de Conferencias de Ginebra, ha transmitido a Efe que aún queda mucho por hacer en Suiza con respecto a esa igualdad de derechos y libertades: "Sigue habiendo desigualdad de sueldos, mucha condescendencia y solemos vernos obligadas a tener trabajos de media jornada para cuidar a los niños".

En uno de los países más democráticos del mundo, donde cada tres meses se consultan en referéndum todo tipo de decisiones gubernamentales, sigue habiendo quien arquea las cejas y duda de que sea necesaria esta huelga. Y es que Suiza también es un país muy conservador, como lo evidencia el hecho de que a las mujeres se les reconociese el derecho al voto en 1971, en un referéndum en el que ocho de los 26 cantones que conforman el país votaron en contra, tres décadas después les llegó la despenalización del aborto.

Incluso en Ginebra, en el seno de la sede europea de Naciones Unidas, se sigue percibiendo desigualdad, destaca una funcionaria que ha preferido no identificarse: "Se puede percibir una mayor cantidad de mujeres en los estamentos más bajos de la ONU, pero a medida que se asciende a cargos administrativos estos son ocupados mayoritariamente por hombres".

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