Suiza ha suspendido el proceso de nacionalización de los familiares de los adolescentes musulmanes que, por motivos religiosos, se niegan a estrechar la mano de sus profesoras.
La noticia saltó a principios de este mes, cuando las autoridades escolares de la comuna de Therwill, municipio de diez mil habitantes al norte del país, permitieron a los alumnos musulmanes evitar el contacto físico con sus maestras, en contra de la opinión de buena parte de los políticos del país helvético. El presidente de la Comisión de la Ciencia del órgano legislativo del país, Félix Müri, recordó en aquel momento que “estrechar la mano es un gesto de respeto y convivencia que forma parte de nuestra cultura”.
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Los alumnos argumentaron que un varón no debe tocar a una mujer que no sea su esposa o miembro de su familia. Aseguraron que habían llegado a esta conclusión por cuenta propia tras leer el Corán, y que nadie de su familia les había obligado a adoptar esa decisión. Se sabe que el padre de estos chicos es un imán que vino de Siria en 2001 y al que se le concedió asilo.
La decisión de las autoridades escolares causó una gran controversia sobre la forma más adecuada de integrar en el país a las personas de países no occidentales. Un portavoz del cantón de Basilea-Campiña, donde se encuentra la comuna de Thervill, anunció que el proceso de nacionalización de las familias de estos adolescentes había sido detenido momentáneamente. Pero negó que esta suspensión fuera causada por la actitud de los dos jóvenes, sino que obedecía a razones burocráticas comunes a todos los procesos de nacionalización. Según informó la agencia de noticias AFP, las autoridades migratoras de Basilea estaban recabando más información sobre las circunstancias en las cuales fue aprobada la solicitud de asilo del padre.Inmadurez religiosa
No está claro que la religión musulmana prohíba el apretón de manos entre un hombre y una mujer a modo de saludo. El portavoz de la mezquita de la M30 en Madrid, consultado sobre esta polémica, calificó de “inmaduros” a los dos jóvenes, porque “no han entendido lo sustancial del Islam”. Sami El Mushtawi explica que “el Islam prohíbe el saludo con contacto entre hombre y mujer para evitar una excitación sexual impura, pero eso no tiene nada que ver con el respeto que todo alumno debe tener hacia su profesor o profesora, y su forma de manifestarlo en cada lugar”.
Otros musulmanes suizos coinciden con este punto de vista. Lo que en países islámicos que ve con total naturalidad (que un hombre salude a una mujer diciendo ‘salam aleikum’ y nada más) puede interpretarse como una ofensa si en occidente no va acompañado de un gesto corporal, como es estrechar la mano.
Todo parece indicar que este debate no quedará aquí, porque en otras escuelas, no solo suizas sino de otros países europeos, los colegios se han enfrentado a casos de chicas adolescentes que no quieren hacer gimnasia en ropa deportiva. Otros que han prohibido acudir al centro educativo con un velo en la cabeza.
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