La tensión vuelve a escalar en el golfo Pérsico tras el derribo de un dron de Irán

  • El Pentágono confirmó el incidente en aguas internacionales cuando el aparato realizaba maniobras "hostiles" sobre una embarcación de EEUU.
El presidente de los Estados Unidos, Donald J. Trump, responde preguntas de la prensa antes de abordar el Marine One en el jardín sur de la Casa Blanca, en Washington. /EFE/ Shawn Thew
El presidente de los Estados Unidos, Donald J. Trump, responde preguntas de la prensa antes de abordar el Marine One en el jardín sur de la Casa Blanca, en Washington. /EFE/ Shawn Thew

La escalada de tensión entre Washington y Teherán vivió el pasado jueves un nuevo episodio después de que, según dice el presidente Donald Trump, la Armada estadounidense derribara un dron iraní por realizar una maniobra "hostil" al sobrevolar el estrecho de Ormuz. Sin embargo, Irán aseguró que no tiene información acerca de haber perdido ningún dron.

"El dron fue destruido inmediatamente", aseguró Trump durante un acto que tuvo lugar este jueves en la Casa Blanca. La información fue confirmada minutos después por el Pentágono, que emitió un comunicado en el que informaba de que el incidente tuvo lugar a media mañana hora local, en aguas internacionales, cuando el buque de asalto anfibio USS Boxer se encontraba realizando un recorrido rutinario.

"Una aeronave no tripulada de alas fijas se aproximó al Boxer a una distancia que suponía una amenaza. El barco tomó medidas defensivas contra el aparato para garantizar su seguridad y la de su tripulación", detalló el Departamento de Defensa.

Según relató Trump, el dron se situó "muy, muy cerca" del buque estadounidense e ignoró "múltiples" avisos, por lo que representaba una amenaza. "Estados Unidos se reserva el derecho a defender a su personal, sus instalaciones y sus intereses", subrayó el mandatario, quien aseguró que la maniobra del dron "es la última de las muchas acciones provocadoras y hostiles por parte de Irán contra buques navegando aguas internacionales".

Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores iraní, Mohammad Javad Zarif, tiene una versión distinta del hecho. Zarif contó a la prensa en las Naciones Unidas que desde Irán "no tienen información" acerca de "haber perdido un dron" el pasado jueves en el citado incidente.

La creciente tensión entre ambos países ha llevado al Pentágono a reforzar su presencia militar en la zona con el envío del portaaviones USS Abraham Lincoln, el buque de asalto anfibio USS Arlington, un sistema de misiles Patriot y cuatro aviones bombarderos B-52 con capacidad nuclear.

Pese a esta clara demostración de fuerza, en realidad, el comandante en Jefe estadounidense ha dado muestras de querer evitar un error de cálculo que pueda desembocar en un conflicto armado con Irán.

De hecho, el pasado 19 de junio, Teherán informó del derribo de un dron estadounidense, también en el estrecho de Ormuz, alegando que había violado su espacio aéreo, un detalle que fue rechazado por Washington. Desde Estados Unidos reiteran que su aeronave no tripulada se encontraba en aguas internacionales.

Como respuesta a ese incidente, Trump llegó a aprobar un ataque selectivo contra Irán, pero finalmente suspendió la orden poco antes de que el Pentágono la ejecutase al considerar que no habría sido una respuesta "proporcionada" al derribo de la aeronave, dado el número de bajas que causaría.

La tensión entre ambos países ha aumentado a raíz de que la Casa Blanca anunciara, en mayo del año pasado, su decisión unilateral de abandonar el denominado Plan Integral de Acción Conjunta" (JCPOA, por sus siglas en inglés), como se conoce técnicamente al acuerdo multilateral nuclear con Irán que fue impulsado por la anterior Administración de EEUU.

La situación se agravó cuando el pasado mes de abril Washington decidió endurecer las sanciones contra exportación de petróleo por parte de Teherán. Como consecuencia, las autoridades iraníes amenazaron con bloquear el estratégico estrecho de Ormuz, por el que cruza una gran parte del crudo mundial.

Desde entonces se han producido una serie de incidentes en la región de los que el secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, ha acusado al Gobierno de Irán o a sus "secuaces", una afirmación que ha sido recibida con recelo por parte de la comunidad internacional.

"Llamamos a todas las naciones a condenar los intentos de Irán de impedir la libertad de navegación y el comercio global, así como a que protejan a sus barcos cuando surquen el estrecho y a que colaboren con nosotros en el futuro", insistió hoy Trump.

Precisamente, según explicaron recientemente a Efe fuentes de las Fuerzas Armadas de EEUU, Washington está trabajando en crear una coalición internacional para velar por la seguridad de los buques que naveguen por los estrechos de Ormuz y de Bab el-Mandeb. La idea del Ejecutivo, en la que colaboran los departamentos de Defensa y Estado, es que cada país de esta posible coalición escolte a los barcos de su misma bandera.

Por su parte, el Pentágono podría aportar, además, informes de inteligencia y coordinaría las distintas patrullas realizadas por buques militares de otros países en la zona.

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