El autor del tiroteo en el Hospital Universitario de Ostrava, al este de Praga, en el que han muerto seis personas estaba gravemente enfermo y convencido de que nadie iba a atenderlo, según le ha trasladado su jefa a la emisora pública Radiozurnal. El hombre, un ingeniero de construcción de 42 años, se dio a la fuga después de perpetrar el ataque que este martes obligó a desalojar a un centenar de personas. Horas después, los agentes hallaron el cuerpo sin vida del ingeniero en un Renault Laguna con un disparo en la cabeza, tal y como concretó el propio el ministro de Interior, Jan Hamacek
Las dos últimas víctimas mortales habían resultado heridas de gravedad por disparos en la cabeza y en el tórax, según informaron desde el Ministerio de Sanidad. Además otras dos personas resultaron heridas cuando un hombre, cuya identidad y motivos aún no se han revelado, abrió fuego hoy sobre las 07.00 (06.00 GMT) en una zona de espera de Traumatología en el Hospital Universitario de Ostrava, a unos 370 kilómetros al este de Praga. Todos los accesos al centro se encuentran cerrados.
El sospechoso del ataque se dio a la fuga, pero ha sido encontrado por la Policía muerto en su coche en las inmediaciones de un hospital municipal. "El autor del crimen, que fue identificado, se suicidó", confirmó a la emisora pública Radiozurnal el ministro de Interior, Jan Hamacek, que no desveló detalles sobre los motivos del atentado. El atacante fue localizado dentro del vehículo con un disparo en la cabeza.
El suceso ocurrió poco después de las 07.00 (6.00 GMT) en la sala de espera del Departamento de Traumatología del Hospital Facultativo de Ostrava, en el noreste del país centroeuropeo, cuando un hombre sin tenencia legal de armas abrió fuego a corta distancia contra las personas que esperaban en el centro sanitario. Uno de los heridos se encuentra en estado grave en la UCI y otros dos han sido operados y están fuera de peligro, confirmaron fuentes de los servicios de socorro de Ostrava.
Según Radiozurnal, se trata de un ingeniero de construcción de 42 años, natural de la ciudad de Opava, cerca de Ostrava. El hombre estaba convencido de estar gravemente enfermo y de que nadie quería atenderlo, declaró su jefe a esa emisora, según señala Radio Praga.
Cientos de personas, entre pacientes y personal del hospital, fueron evacuados, mientras que la actividad en los centros universitarios adyacentes quedó interrumpida. La República Checa registró una matanza similar hace cuatro años, cuando ocho personas murieron en un tiroteo en un restaurante de la localidad checa de Uhersky Brod, en el este del país
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