Tócala otra vez y otra … Sam…

  • Los bares de Casablanca sacan partido al legendario Rick's Cafe, escenario de la película de Humprey Bogart y Michael Curtiz.
La ciudad de Casablanca intenta vivir del legado de la película del mismo nombre | Flickr - oNico
La ciudad de Casablanca intenta vivir del legado de la película del mismo nombre | Flickr - oNico

CASABLANCA, Marruecos — En una lúgubre calle lateral, el sonriente propietario asegura al turista con rotunda certeza que ya no tiene que seguir buscando, que la verdadera inspiración del Rick’s Cafe en la mítica película Casablanca está delante de sus narices.

"e;Sí"e;, dice Abdeslamy Labiad, de 70 años, señalando un letrero ovalado sobre la puerta abovedada. "e;Es el mismo bar"e;. La señal es de plástico, cubierta de excrementos de pájaro, y dice Rex Cabaret.

Numerosos locales en Marruecos aseguran formar parte de la leyenda de la gran película romántica de la II Guerra Mundial, cada uno de ellos con diferentes grados de credibilidad. Animados por la población local o por las guías de viajes que prometen una visita al auténtico Rick’s, los turistas van saltando de un local a otro. Descubrir cuál de todos los bares imita mejor el auténtico café de la película es complicado, sobre todo si se tiene en cuenta el hecho de que, según todos los indicios, al parecer nunca hubo un Rick’s original.

Esta afirmación deja al señor Labiad (un hombre delgado, simpático, que dirigió el Rex Cabaret hasta 1980) totalmente desconcertado, al igual que el pequeño detalle de la incorrecta escritura del cartel anunciador. "e;Sí, bueno"e;, admite. Desde la década de los años 1940 "e;el letrero y la puerta han cambiado"e;.

La película Casablanca de 1942 fue un producto totalmente cocinado en Hollywood. Rodado por completo en un estudio, se hizo sin ninguna localización real o actores de Marruecos. El avión de la escena final era un decorado de madera hecho a mitad del tamaño real, y el estudio contrató a figurantes enanos para que hicieran de mecánicos y así mantener el efecto óptico de las proporciones. El club sobre el que gira la trama tiene tanto de verdadero como la sala de control de la nave Enterprise.

Según un exhaustivo libro de Aljean Harmetz, la película se hizo a partir de una obra de teatro escrita por Murray Burnett y Joan Alison. En 1938 Burnett se comprometió con la causa anti nazi después de un viaje para ayudar a familiares judíos en la Viena ocupada. Antes de regresar a EEUU, Burnett pasó una noche en un club con una clientela políglota en donde un hombre negro tocaba el piano. Allí mismo parece ser que le dijo a su mujer: "e;¡Menudo escenario para una obra!"e;. Ese club estaba en el sur de Francia.

Obra teatral

En la obra, titulada Everyone Comes to Rick's (Todo el mundo viene a Rick’s), Burnett y Alison cambiaron el escenario y lo poblaron con un gerente curtido, su amante y otros personajes similares. Cuando Hollywood compró la obra, los guionistas de Warner Brothers cambiaron el título.

Si uno cree lo que dicen las guías, el verdadero epicentro de las intrigas en Marruecos durante la II Guerra Mundial fue el soleado puerto de Tánger, a unos 300 kilómetros de Casablanca. De hecho, la introducción a Tánger en la edición de la guía Lonely Planet 2009 de Marruecos promete "e;el cinismo del todo vale, la sensación de destinos personales enmarañados en cambios políticos; incluso los verdaderos modelos del Rick’s Cafe están ahí, esperando a ser redescubiertos"e;.

Ese modelo, según la guía, fue el bar Caid’s, situado en el sótano del hotel de lujo El Minzah. Una tarde reciente, en el patio del Caid’s, una turista solitaria bebía una cerveza de Casablanca con su Lonely Planet abierta sobre la mesa. Natural de Nueva Zelanda, Gillian Tidd, de 60 años, vio la película hará unos 12 años, pero asegura que le inspiró a hacer su viaje. "e;Me hizo pensar en venir aquí; esta fue la conexión"e;, asegura.

Dentro del Caid’s, las mesas están colocadas en torno a un piano, cuyas notas resuenan bajo un techo abovedado que recuerda al de la película. Detrás de la barra, un hombre de habla sencilla, Hassan Zghinou, de 52 años, vestido con esmoquin blanco, representa una versión bastante extrema del legendario Rick’s. "e;La película se hizo aquí, en el Caid’s"e; asegura Zghinou con certeza.

Unas cuantas preguntas posteriores indican que Zghinou quizás no haya visto exactamente la película. La historia, según él, trata de "e;una mujer, un hombre, un pianista negro"e;, pero más allá de eso los detalles que cuenta son confusos. Para sostener su relato, menciona a varios de los actores que han sido huéspedes del hotel, incluyendo a Jean-Claude Van Damme.

El director de El Minzah, Hisham Al Jumaa, de 62 años, relata una historia más modesta. Casablancase rodó en Hollywood, por supuesto, pero "e;la idea de la película salió de aquí"e;, afirma, asegurando que se lo dijeron los productores de un programa de radio alemán. "e;Lo comprobaron y lo demostraron"e;.

Cómo lo consiguieron comprobar exactamente, no está seguro. "e;No hay ningún documento, nada registrado"e;, confiesa Al Jumaa.
Al Jumaa, un hombre atareado con un importante hotel que dirigir, asegura que él confía en lo que le han dicho. No alardea de ser un experto en "e;Casablanca"e;, y si se le presiona un poco admite que su película favorita es "e;Espartaco"e;.

Pero la posibilidad de que el Rick’s Cafe fuese inventado y no tuviese relación alguna con su hotel le parece poco probable. "e;Un escritor necesita partir de algo que tenga un poquito de verdad"e;, razona Al Jumaa.

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