Al menos ocho personas resultaron heridas en Tokio al irrumpir en una zona peatonal un vehículo conducido por un joven que dijo actuaba deliberadamente en protesta contra la pena de muerte, informó la cadena pública de televisión NHK.
El sujeto fue identificado como Kazuhiro Kusakabe, de 21 años, quien conducía un automóvil alquilado en la ciudad de Osaka y con el que entró en una calle del sector tokiota de Shibuya cerrada al tráfico por las celebraciones de año nuevo. De acuerdo con NHK, una de las víctimas, un universitario de 19 años, está en situación crítica. Entre los lesionados hay adolescentes.
El plan inicial del autor del atropello era incendiar el vehículo en otro lugar, aunque no se ha especificado cuál, pero se lanzó al arrollamiento cuando no consiguió prender el queroseno que transportaba. "Antes del incidente intenté quemar en otro lugar el queroseno que llevaba en el coche, pero no fue bien y me metí con el auto en la calle", reveló Kusakabe en los interrogatorios con la policía, que trata de esclarecer la motivación del ataque, según la cadena pública japonesa NHK.
Kusakabe, detenido por intento de asesinato, conducía un vehículo alquilado en la ciudad de Osaka (oeste), con el que entró y recorrió unos 140 metros en la calle Takeshita de Harajuku, en el sector de Shibuya, cerrada al tráfico por las celebraciones de Año Nuevo. Shibuya es un sector de Tokio donde suelen acudir muchos japoneses para las celebraciones de año nuevo. Los hechos se produjeron diez minutos después de la última medianoche.
Después del atropello múltiple, el responsable intentó escapar, pero fue detenido posteriormente por la Policía. Según NHK, el joven dijo a los agentes que había llegado a Tokio desde Osaka para cometer un "ataque terrorista" en represalia "contra el sistema de pena de muerte", sin precisar alguna ejecución especial.
Los cuerpos de seguridad hallaron unos 20 litros de queroseno en el interior del vehículo. Según informaciones recogidas por la agencia de noticias Kyodo, Kusakabe dijo a la policía que pretendía entrar con el vehículo en el santuario Meiji Jingu, cerca de donde se produjo finalmente el atropello y donde miles de personas acuden a rezar el primer día del año, pero que no pudo hacerlo por los controles de tráfico.
En 2018 hubo quince personas que fueron ejecutadas en Japón. Trece de ellas, integrantes de la secta Verdad Suprema, habían recibido la pena capital por su responsabilidad en el ataque con gas sarín en el metro de Tokio de 1995.
Según la agencia local Kyodo, además de los ocho atropellados una persona más resultó con heridas leves al ser golpeado por el conductor del vehículo cuando salía del automóvil.
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