Tres hermanas inglesas se alistan al Estado Islámico llevándose a sus nueve hijos

El Reino Unido aún está conmocionado después de la huida de tres hermanas británicas Khadija, Sugra y Zohra Dawood con sus nueve hijos, de entre 3 y 15 años de edad, para unirse al Estado Islámico en Siria. Nadie consigue entender, ni siquiera sus familiares, porqué han tomado esa decisión, y este pasado martes sus maridos lloraban publicamente ante las cámaras y pedían a sus mujeres que por favor regresaran con sus hijos a sus casas en la ciudad de Bradford, en el condado inglés de West Yorkshire.

Khadija, de 30 años; Sugra, de 34, y Zohra, de 33, habían viajado el 28 de mayo a Arabia Saudí con sus hijos para hacer la peregrinación a la Meca, pero el 11 de junio, cuando estaba previsto que volvieran, no regresaron. El 9 de junio, tomaron un vuelo a Estambul. La policía de West Yorkshire explicó ayer que una de ellas se puso en contacto con la familia y hay indicios de que se encuentran ya en territorio sirio controlado por los yihadistas.

Por su parte, el abogado de los parientes en Bradford, Balaal Khan, dijo ayer que "la familia está sumamente preocupada por el paradero de estas personas desaparecidas y su bienestar" y aseguró que no había indicios de que las mujeres hubieran sido radicalizadas.

Las hermanas Dawood son parte de una gran familia de origen pakistaní que profesa un islam ultraconservador. Su padre, Muhamad Daud, y su esposa, Sara Begum, tienen nueve hijos, dos varones y siete mujeres, todos ellos nacidos en Bradford.Más británicos que se van a la yihad

La desaparición de los 12 miembros de la misma familia es el tercer incidente en pocas horas protagonizado por británicos radicalizados, que abrazan la yihad.

Thomas Evans, de 25 años, un inglés de High Wycombe convertido al islam, formaba parte del comando de Al Shabaab en Somalia, que murió el domingo durante un enfrentamiento con el ejército de Kenia.

En la última conversación telefónica con su familia, el pasado mes de diciembre, ya daba a entender su intención de morir como un "mártir". "Si no vuelvo, no lloréis por mí. Voy a estar haciendo lo que quiero hacer. Voy a ser feliz. Voy a ir al paraíso".