Tres periodistas golpeados por la policía cuando cubrían protestas étnicas

Pekín.- Tres periodistas hongkoneses fueron golpeados por la policía paramilitar cuando cubrían las protestas étnicas en la región occidental autónoma de Xinjiang, donde en los últimos meses han fallecido cientos de personas, informó hoy el Club de Corresponsales Extranjeros de China (FCCC).

Según un comunicado del club, los tres periodistas fueron atacados el viernes pasado en la capital regional, Urumqi, cuando abandonaban corriendo una protesta que estaba siendo dispersada por las fuerzas armadas con gases lacrimógenos.

Los reporteros señalaron que fueron golpeados a puntapiés e inmovilizados boca abajo contra el suelo, con las manos esposadas en la espalda, durante 15 o 20 minutos, a pesar de que indicaron a los policías que eran corresponsales autorizados por el Consejo de Estado chino.

"Me golpearon en el hombro con un bastón, y luego me dieron puñetazos y patadas en rodillas y espalda. También golpearon a mi camarógrafo en todo el cuerpo con bastones", explicó Lam Tsz-ho, reportero de la televisión de Hong Kong TVB.

A continuación los periodistas fueron llevados a una comisaría en la que permanecieron durante dos o tres horas, mientras su equipo y material fue confiscado.

La policía militar confiscó también el material de un equipo de televisión de la agencia estadounidense APTN, pero fue devuelto cinco horas más tarde.

Según el FCCC, estos incidentes contrastan con la apertura y seguridad de la que disfrutaron los enviados especiales durante las primeras protestas registradas en Urumqi en julio.

"Los golpes y acosos a los periodistas deben finalizar. Las autoridades locales de Xinjiang deben garantizar que los periodistas pueden realizar su trabajo sin temor a ser atacados", señaló el actual presidente del club, Scott McDonald.

China es uno de los países más censores y represores en cuanto a libertad de prensa, sobre todo con sus medios locales, aunque el año pasado se registraron más de un centenar de ataques contra los periodistas extranjeros por parte de las autoridades locales.