Trump cumple su amenaza e impone 50.000 millones en aranceles a China

  • Los planes de imponer tasas por el déficit comercial de Washington inició una confrontación comercial entre las dos mayores economías del mundo.
Trump quiere salvar industrias de energía deficitarias
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Donald Trump no da marcha atrás en la guerra comercial con China. El presidente de EEUU dio este jueves su visto bueno a imponer aranceles por valor de 50.000 millones de dólares a productos chinos, una medida con la que amenazó hace meses y que Pekín prometió responder, informaron medios estadounidenses.

El presidente tomó la decisión en una reunión este jueves en la Casa Blanca con su secretario de Comercio, Wilbur Ross; su secretario del Tesoro, Steven Mnuchin; y su responsable de Comercio Exterior, Robert Lighthizer.

Según los medios que filtraron la noticia citando fuentes conocedoras de la decisión, la Casa Blanca podría anunciar este mismo viernes los aranceles, que entrarían en vigor "en breve".

Trump avanzó en marzo sus planes de imponer aranceles por 50.000 millones a China por el déficit comercial de Washington respecto a Pekín, e inició así un periodo de confrontación comercial entre las dos mayores economías del mundo.

El Gobierno de Trump identificó entonces unos 1.300 productos chinos a los que planeaba gravar en una lista en la que incluyó aparatos de tecnología punta de las industrias aeroespacial y robótica. Estos aranceles se sumarían a los ya impuestos por Trump a nivel mundial a las importaciones de acero (25%) y aluminio (10%).

China responde: aplicará las mismas medidas

China, por su lado, ha anunciado, horas después de las declaraciones de Trump, que respondería a los gravámenes de Washington con aranceles del 25% a un total de 106 productos importados de Estados Unidos, entre los que figuran la soja, automóviles y aviones, por valor de 50.000 millones de dólares.

Se trata de medidas proporcionales, según ha indicado el Ministerio de Comercio de China. "Introduciremos inmediatamente medidas impositivas de la misma escala y fuerza", ha declarado un portavoz del organismo, subrayando que China "no quiere una guerra comercial" y acusando de "miopía" al Gobierno que dirige Donald Trump.

En esta línea, el Ministerio chino ha defendido un comunicado oficial que en la actualidad iniciar una guerra comercial no va en el interés de la economía global. "Hacemos un llamamiento a todos los países para que emprendan acciones conjuntas para acabar con este comportamiento obsoleto", ha señalado.

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