Trump se prepara para un debate decisivo con Hillary tras el escándalo del vídeo sexista

Trump vs Hillary, segundo round.
Trump vs Hillary, segundo round.
Diego Caldentey

"Cuando eres una estrella las mujeres hacen lo que tú quieras". La frase (y la voz) de Donald Trump se han repetido hasta el hartazgo en Estados Unidos y en el mundo durante los últimos días. No solo en las cadenas de noticias norteamericanas, sino en bares, en oficinas y en la calle, para emular de manera irónica las declaraciones del candidato republicano en un escandaloso vídeo que fue publicado esta semana por The Washington Post.

Esta madrugada en España (21 hora local, a partir de las 3.00 hora peninsular) el inefable Trump participará de un segundo y decisivo debate con Hillary Clinton, su rival en la carrera presidencial a la Casa Blanca. De manera inevitable, la candidata demócrata le echará en cara las opiniones machistas y sexistas vertidas por el multimillonario en ese vídeo.Trump busca mejorar su imagen

Aunque no lo tiene nada fácil, esta vez Trump buscará mejorar la imagen de su primer debate y, más que nada, plasmar una estrategia eficaz para intentar neutralizar la inesperada crisis que causó el famoso vídeo, por el cual hasta su mujer ha llegado a reconocer que esas calificaciones hacia las mujeres son repudiables.

De todas formas, más allá de querer reparar su fallido mensaje (seguramente volverá a pedir disculpas públicas ante las cámaras, este vez con millones de espectadores viéndolo desde sus casas) Trump también irá a la carga contra Clinton, que puede llegar a pasar por momentos comprometidos debido al tema de su cuenta de email y las acusaciones por sus conferencias pagadas.

"Hay cero posibilidades de que renuncie", ha manifestado el empresario a la hora de analizar el impacto del vídeo sexista. En unas horas reforzará esa mensaje, para intentar mostrarse fortalecido ante la opinión pública.

Los principales analistas políticos y expertos en medios aseguran que ambos candidatos centrarán su mensaje buscando seducir a los votantes aún indecisos, que representan una porción de la tarta de electores nada despreciable. Este debate, descuentan los especialistas, contará con una mayor participación de la audiencia que el anterior.

Estará además signado por temas como la bajada de impuestos, los planes fiscales y una cuestión que puede ser de alto voltaje:  la contradicción de Trump sobre si se opuso o no a la guerra de Irak. Todos esperan, por otra parte, que el polémico magnate intente llevar la iniciativa. Tomando como analogía el fútbol, si se tienen en cuenta las encuestas tras el primer debate, Trump está perdiendo 1-0 contra Hillary y debe remontar sí o sí el partido.

Sondeos como los realizados por el Huffington Post y RealClearPolitics sobre el primer debate coinciden en que Clinton resultó ganadora con porcentajes del 5,1 y el 3,5 por ciento, respectivamente, por encima de su oponente.

El segundo debate abordará también otras cuestiones que quedaron en el tintero tras el primer encuentro: control y derecho a portar armas, sistema sanitario, responsabilidad gubernamental, educación, legalización de la marihuana, justicia criminal e infraestructuras de la nación serán algunas de las mismas.El mecanismo del debate

El debate tendrá determinadas pautas ya prestablecidas: los candidatos estarán dispuestos cara a cara. El evento será retransmitido en directo a través de YouTube (como el primero), se celebrará en la Universidad de Washington, en St. Louis (Missouri) y tendrá una duración de 90 minutos.

Estará moderado por el periodista de la CNN Anderson Cooper y la presentadora de ABC News Martha Raddatz, con el formato conocido como 'Town Hall'. Este modelo permite que sean los propios ciudadanos quienes formulen las preguntas. El principal objetivo de esta estructura es proporcionar información a los habitantes de forma directa y, al mismo tiempo, recibir una respuesta por parte de los mismos. En el auditorio de la Universidad de Washington estarán presentes 40 votantes independientes que interactuarán con los políticos. Eso sí, no se permitirán interrupciones cuando cada candidato hable.

El tema de las armas obsesiona a los norteamericanos y 'sobrevolará' muchas veces en el lugar donde se realice el careo. No en vano, la página oficial donde se publican las preguntas del acto ya ha recibido más de 2,5 millones de votos que dan por ganadora a la pregunta: '¿Apoyaría pedir el certificado de antecedentes criminales para la venta de armas?', con más de 56.000 votos contabilizados hasta el pasado viernes.

Una de las cuestiones que más desvela a los asesores de Trump es su carácter intempestivo. El temperamento combustivo del republicano puede jugarle una mala pasada para adaptarse a este formato, debido a su falta de experiencia. Para suplirlo, Trump ha contratado los servicios (muy caros) del antiguo líder del Partido por la Independencia del Reino Unido (UKIP), Nigel Farage, según informó 'The Guardian' la semana pasada.

Este hombre le ha aconsejado mayor templanza y que mejore sus dotes de oratoria, sin perder los estribos. Pero Farage no quiere tampoco a un Trump pasivo. Le ha aconsejado que ataque (y mucho) por el lado del uso aparentemente negligente de los correos electrónicos que ha hecho Clinton.

El primer debate batió récord de audiencia con más de 81 millones de espectadores, pero para esta ocasión la cifra puede acercarse a los 100 millones (a medida que se acercan las elecciones, previstas para el 8 de noviembre próximo, el interés de la población obviamente crece), y los candidatos 'queman sus últimas naves' para poner toda la carne en el asador.El 74% de los republicanos lo respalda

Con el escándalo del vídeo sexista sobre su espalda, Trump se aferra a un sondeo, elaborado por el diario Politico y la empresa demoscópica Morning Consult entre 1.549 votantes registrados, que asegura que, a pesar de todo, el 74 % de los entrevistados republicanos le sigue respaldando.

Un 12% piensa que el magnate inmobiliario debería abandonar la carrera presidencial y el resto ha preferido no pronunciarse sobre ninguna de estas opciones. Ahora, solo resta esperar el comienzo de un evento que puede terminar de sellar el destino de uno y otro candidato. Luz, cámara... ¡acción!

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