El presidente estadounidense, Donald Trump, ha irrumpido este jueves en el conflicto de Honk Kong para advertir a los dirigentes chinos que deben centrarse en trabajar de forma "humana" con Hong Kong antes de llegar a un acuerdo comercial con Estados Unidos. "Por su puesto, China quiere llegar a un acuerdo, pero dejen que primero trabajen de forma humana con Hong Kong", ha indicado el mandatario a través de su cuenta en la red social Twitter.
El presidente estadounidense ha subrayado que posponer hasta diciembre la aplicación de nuevos aranceles a productos chinos beneficiaría más a China que a Estados Unidos. "En China se están perdiendo millones de trabajos. Miles de empresas se están marchando", ha señalado Trump. En cuanto a la situación en Hong Kong, Trump ha recalcado que no tiene dudas de que el mandatario chino, Xi Jinping, podría resolver el problema de forma "rápida y humana" si quisiera.
Además, Trump ha dejado caer que quiere reunirse con Xi, a quien ha calificado como un "gran líder" y "buen hombre en un asunto complicado" y que asegura que cuenta con el respeto de su pueblo.
Human Rights Watch denuncia fuerza excesiva
La organización Human Rights Watch (HRW) ha instado a la Policía de Hong Kong a dejar de usar una "fuerza excesiva" contra los manifestantes y permitir una investigación efectiva e independiente sobre la vigilancia en las protestas. "La Policía de Hong Kong ha sido equipada y capacitada para cumplir con las normas internacionales sobre el uso de la fuerza", ha señalado la directora de HRW en China, Sophie Richardson. "Pero ahora le están dando la espalda y en cambio están intensificando el uso de la fuerza", ha añadido.
HRW ha señalado que, aunque algunas acciones llevadas a cabo en las protestas podrían justificar el uso de la fuerza por parte de la Policía, según los principios básicos de la ONU sobre el uso de la fuerza y las armas, la Policía debería limitar su uso a formas que reduzcan el riesgo de lesiones y protejan el derecho a la vida. La organización ha pedido en reiteradas ocasiones a las autoridades de Hong Kong que no hagan uso de la fuerza excesiva o ilegal para reprimir las protestas pacíficas.
Durante la jornada de este miércoles, la Policía de Hong Kong ha empleado gases lacrimógenos para dispersar a los manifestantes antigubernamentales que se habían congregado frente a una comisaría ante la negativa de estos a abandonar el lugar y al uso continuado de punteros láser contra el edificio, según el diario local 'South China Morning Post'.
Asimismo, un tribunal ha admitido una solicitud de la Autoridad Aeroportuaria y ha prohibido la celebración de protestas en el aeródromo internacional, con la única excepción de dos zonas de la terminal alejadas de los principales puntos de tránsito de pasajeros y empleados. El aeropuerto se vio obligado a suspender los vuelos el lunes y el martes por la presencia de miles de personas que bloqueaban principalmente el área de facturación. Este miércoles por la mañana, no obstante, se han cancelado 63 despegues y una cifra similar de aterrizajes.
El aeródromo se ha convertido de esta forma en el principal epicentro de una protestas que comenzaron a principios de junio para reclamar la paralización de una ley que autorizaba la extradición de sospechosos a la China continental. La rebelión, sin precedentes en décadas, se ha endurecido con críticas al Gobierno de Carrie Lam, a la que han reclamado reformas más amplias.
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