Donald Trump ha logrado frenar la inmigración desde México sin siquiera haber completado la construcción de su controvertido muro en la frontera: en los últimos 20 años se ha reducido un 90% y, por primera vez, ya no es el principal origen de los migrantes, ya que previsiblemente Guatemala y Honduras ocuparán los dos primeros puestos de la lista a finales de 2019.
El nuevo escenario migratorio entre EEUU y México, del que se hacen eco los investigadores de la Universidad de Guadalajara (México) Alejandro I. Canales y Sofía Meza en este estudio, refleja una tendencia que hasta hace poco resultaba impensable: la joven mano de obra rural prefiere permanecer cultivando las tierras mexicanas que arriesgarse a cruzar la frontera para buscar fortuna en EEUU.
El motivo principal podría ser la restrictiva política migratoria de EEUU: más allá del muro de Trump, preocupan los altos niveles de xenofobia o las polémicas 'jaulas' en las que se retiene a los hijos de inmigrantes ilegales mexicanos. Las nuevas generaciones optan entonces por permanecer en un país que empieza a controlar la violencia endémica que padece la población, incluso a pesar de que en 2018 se estima que le costó al Estado 238.000 millones de dólares.
Paralelamente, la discriminación hacia la población latina en EEUU se extiende al ámbito laboral: es el quinto grupo étnico en nivel de ingresos en el país, con una media de 46.882 dólares al año, muy lejos de los trabajadores de raza blanca (61.349 dólares) o la asiática (80.720 dólares), según la Oficina del Censo de EEUU. Si a esto le sumamos que el PIB de México lleva creciendo entre el 2% y el 5% en la última década, parece lógico pensar que cada vez más jóvenes decidan quedarse en su país.
La moda del aguacate, una mina de oro
Uno de los casos más curiosos es el de la fruta de moda, el aguacate. En España, en los círculos más sibaritas, se ha convertido en una auténtica obsesión: el kilo cuesta alrededor de los 3 euros, mientras que los de origen ecológico pueden superar los 6 ó 7 euros el kilo, tal y como alertan varios observatorios de mercados.
Pero, ¿en qué afecta esto a México? La moda del aguacate no es exclusiva de España: a buena parte de los países occidentales ha llegado avalada por una serie de mitos sobre sus propiedades saludables o, incluso, curativas. También a EEUU, donde el mercado 'paradietético' aglutina una mayor parte del pastel que en otros países y donde el 85% de los aguacates proceden de México.
Concretamente, proceden de Uruapan, conocida como la capital mundial del aguacate. Desde finales de los 80, México ha multiplicado por cuatro su producción de esta fruta, en buena parte para dar respuesta a la creciente demanda en EEUU, que en menos de 20 años han pasado de consumir 1.000 millones de aguacates al año a 4.250 millones de piezas.
Como resultado, miles de jóvenes que hace unos años no habrían dudado en traspasar la frontera estadounidense han encontrado mercado laboral estable en la industria del aguacate. Quizás, el único problema es que la tala de árboles le está costando México 690 hectáreas de bosque cada año, está poniendo en peligro a especies autóctonas protegidas -como la mariposa monarca- y está disparando la emisión de gases de efecto invernadero.
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