Trump vuelve a la carga con la trama rusa e insta al fiscal que frene la investigación

  • El presidente estadounidense ha acusado al republicano Robert Mueller de ser rehén de un "conflicto" de intereses. 
Trump y Putin, se dan la mano antes de la reunión.
Trump y Putin, se dan la mano antes de la reunión.
EFE

Donald Trump ha vuelto a pronunciarse respecto a la 'trama rusa'. El presidente de EEUU ha instado este miércoles al fiscal general, Jeff Sessions, a poner fin a la investigación, a la que ha vuelto a referirse como una "fraudulenta caza de brujas" dirigida por un fiscal especial con "conflictos" de interés. Trump ha realizado estas declaraciones en su cuenta de Twitter después provocar una oleada de críticas tras su reunión bilateral en Helsinki con el presidente ruso, Vladímir Putin. En el citado encuentro, el mandatario estadounidense alegaba no ver "ningún motivo" por el que Rusia podría haber interferido en las elecciones estadounidenses de 2016, cuestionando así la conclusión a la que llegaron las agencias de inteligencia estadounidenses. 

En esta línea, el líder norteamericano ha cargado contra el fiscal general, Jeff Sessions: "Esta es una situación terrible y el fiscal general Jeff Sessions debería poner fin a esta fraudulenta caza de brujas ahora mismo, antes de que continúe mancillando a nuestro país", ha escrito en su red social. Del mismo modo, Trump ha arremetido contra el fiscal especial responsable de la investigación, Robert Mueller, quien es republicano y a quien ha acusado de ser rehén de un "conflicto" de intereses, aunque no precisó a qué se refería exactamente.

Por último, el presidente ha vuelto a calificar al equipo que está llevando a cabo la investigación bajo supervisión de Mueller de ser "17 demócratas molestos que están haciendo su trabajo sucio (el del fiscal especial)". "¡Son una desgracia para Estados Unidos!", ha escrito Trump. Según una investigación del diario The Washington Post, trece de los miembros del equipo de Mueller constan en los registros públicos como demócratas, mientras que los otros cuatros nunca han estado afiliados a ningún partido.

La Casa Blanca ha mantenido una tensa relación con Mueller desde que en mayo de 2017 el fiscal general adjunto de Estados Unidos, Rod Rosenstein, le puso al frente de las investigaciones que tratan de dilucidar una posible conjura entre el equipo de campaña de Trump y el Kremlin con el objetivo de que el magnate consiguiera llegar al Despacho Oval.

De hecho, que fuera Rosenstein quien tomara esta decisión obedeció a que, desde un principio, el propio Sessions optó por inhibirse del proceso ante la posibilidad de que él mismo pudiera acabar siendo llamado a declarar como parte de la investigación, tal y como acabó ocurriendo.

Por este motivo, en realidad, Sessions no tiene la potestad de poner fin a la investigación, aunque sí podría despedir al fiscal general adjunto y contratar a uno nuevo que estuviera más dispuesto que Rosenstein a cerrar la investigación.

Mostrar comentarios