Blanco de ataques en las protestas raciales

Trump ordena castigar la destrucción de estatuas con hasta 10 años de cárcel

El presidente ha aprobado esa norma que también incluye provisiones contra quienes inciten al desorden público y apunta especialmente a "grupos extremistas de izquierda".

Donald Trump./ EP
Donald Trump./ EP

El presidente de EE.UU., Donald Trump, firmó este viernes una orden para proteger los monumentos, memoriales y estatuas después de que hayan sido blanco de ataques en medio de las protestas raciales en el país y quienes las destruyan se podrán enfrentar a penas de hasta 10 años de cárcel. La norma también incluye anexos donde se anuncia que los responsables de incitar a desórdenes públicos serán perseguidos "hasta donde alcance la ley". La Casa Blanca ha publicado la orden que, además, avisa a las agencias de seguridad estatales y locales que permitan este daño de que podrían quedarse sin ayudas federales como castigo. 

Asimismo, a orden también establece qué fuerzas de seguridad federales intervendrán para proteger los monumentos cuando las autoridades locales no lo hagan. Se anuncia que "el Fiscal General tomará todas las medidas apropiadas contra las personas y organizaciones que hayan participado en actos ilegales, relacionados con disturbios y la destrucción de bienes federales".

"Acabo de tener el privilegio de firmar una Orden Ejecutiva muy fuerte que protege los Monumentos, Memoriales y Estatuas y combate la Violencia Criminal reciente. ¡Largas penas de prisión por estos actos ilegales contra nuestro Gran País!", anunció Tump en su cuenta de Twitter.

"El presidente Trump no tolerará la violencia desenfrenada y la destrucción que ha ocurrido en las últimas cinco semanas", reza el texto de la ley, que apunta a los "extremistas de izquierda" como responsables de "sublevarse, saqueos y llamar a la destrucción del sistema del Gobierno de Estados Unidos". "A través de la intimidación, estos extremistas violentos están tratando de imponer su ideología a los ciudadanos respetuosos de la ley de este país", según el comunicado de la Casa Blanca.

En este contexto, la Guardia Nacional de Estados Unidos anunció el despliegue de militares desarmados para apoyar con seguridad adicional la integridad de los monumentos de la ciudad de Washington. Por otra parte, Trump ha informado de que, finalmente, ha cancelado su viaje a Nueva Jersey de este fin de semana para permanecer en Washington y asegurarse de que "la ley y el orden se hacen cumplir".

"Los incendiarios, anarquistas, saqueadores y agitadores han sido detenidos en gran medida", ha agregado en otro mensaje publicado en Twitter, donde ha hecho hincapié en que se llevará "ante la Justicia" a estas personas. De forma paralela, ha insistido en que hace "lo necesario" para mantener a las personas "seguras".

Manifestantes contra las estatutas de Andrew Jackson o Colón

Trump ya advirtió el pasado martes con penas de cárcel y aseguró que había autorizado a arrestar "a cualquiera que vandalice o destruya cualquier monumento, estatua u otra propiedad federal en EE.UU." y amenazó con aplicar la "Ley de Preservación de Memoriales de Veteranos o cualquier otra legislación que pueda ser pertinente". 

En medio de la efervescencia de las protestas que recorrieron el país tras la muerte, a manos de un policía blanco, del afroamericano George Floyd, el pasado 25 de mayo, las estatuas de personajes históricos han sido víctimas de ataques e incluso removidas por la multitud, algo que Trump ha criticado con dureza. El principal objetivo de los manifestantes han sido los símbolos confederados -defensores de la esclavitud durante la Guerra de Secesión- que abundan sobre todo en los estados sureños, pero también han sido atacadas estatuas de los conquistadores españoles o de los "padres fundadores" de Estados Unidos.

Incluso, el pasado 22 de junio, policías federales evitaron que manifestantes cargaran contra la estatua del expresidente Andrew Jackson (1829-1837), situada a escasos metros de la Casa Blanca, en el Parque Lafayette, que ha sido epicentro de las protestas raciales en Washington por su ubicación, justo enfrente de la residencia del presidente. La intervención policial evitó que la estatua en la que Jackson aparece montado en un caballo que se alza sobre sus dos patas traseras, fuera derribada, ya que los manifestantes había colocado ya cuerdas y cadenas para sacarla del lugar.

Las movilizaciones raciales han dado paso además a medidas adoptadas por las autoridades locales, como en el caso de las localidades de Newark y Camden, en el estado de Nueva Jersey, de retirar algunas estatuas de sitios públicos. Justo este viernes, una estatua de Cristobal Colón fue retirada de un parque en Newark, ya que, según su alcalde, Ras Baraka, representa un "símbolo de opresión y de supremacismo blanco".

Mientras que la orden del gobernador de Virgina, Ralph Northam, de quitar el monumento al general Robert E. Lee, comandante de los ejércitos de la Confederación en la Guerra Civil estadounidense (1861-1865), llegó a manos de un juez, que el pasado 9 de junio suspendió la medida durante diez días.

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