Ucrania está dispuesta a un alto el fuego pero con condiciones

El Gobierno de Kiev está dispuesto a un alto el fuego en el este del país, pero con condiciones, una de la cuales es la impermeabilidad de la frontera con Rusia, declaró hoy el ministro de Asuntos Exteriores ucraniano, Pavló Klimkin.

"Ayer, en Berlín dijimos que cada quien debe hacer lo que esté en sus manos para cerrar la frontera, para poner fin al cañoneo de nuestro territorio y para que desde la frontera con Rusia no entren gente armada, armas y armamento pesado", dijo Klimkin en declaraciones a la agencia Interfax-Ukraini.

El jefe de la diplomacia ucraniana resumió así la postura de Kiev respecto al conflicto armado con los separatistas prorrusos en el este de su país durante la reunión con sus homólogos de Rusia, Francia y Alemania celebrada el domingo en la capital alemana.

Klimkin subrayó que la parte ucraniana está decididamente a favor de un alto el fuego real y verificable.

Pero para ello, agregó, Ucrania necesita "tres cosas: que la frontera sea totalmente segura; que la OSCE supervise el alto el fuego en todas partes, incluso a lo largo de frontera, que libere a todos los retenidos y que nadie intente capturar a nuevos rehenes".

"Queremos que el alto el fuego sea real y por ambas partes. Y esto es posible sólo si Rusia da pasos decididos para rebajar la tensión", insistió el canciller ucraniano.Ucrania denuncia la destrucción de un paso fronterizo

El Servicio de Guardafronteras de Ucrania (SGU) denunció la destrucción prácticamente integra del paso fronterizo "Uspenka", en el este del país, por fuego de artillería disparado desde el territorio de la vecina Rusia.

"La semana pasada, el paso fronterizo Uspenka, en la región de Donetsk, fue cañoneado desde territorio ruso. Se registraron cinco cañoneos con lanzaderas de misiles de boca múltiple Grad, artillería y morteros", según un comunicado difundido por el SGU en su página web.

Los guardafronteras subrayaron que, "como resultado del cañoneo, la infraestructura del paso fronterizo quedó prácticamente destruida".

El tramo de la frontera ruso-ucraniana en el que se encuentra el paso fronterizo "Uspenka", próximo a la localidad de Amvrosíyevka, a 60 kilómetros de la ciudad de Donetsk, es desde hace días escenario de combates entre las fuerzas gubernamentales y los separatistas prorrusos.

"Las tropas ucranianas están cercadas por el fuego artillero de los milicianos en la zona de Amvrosíyevka", aseguraron fuentes del cuartel general de los separatistas a la agencia rusa Interfax.

Mientras, las autoridades ucranianas volvieron a denunciar nuevos ataques contra las posiciones de sus fuerzas en la frontera que comparten los dos países y también el sobrevuelo del territorio ucraniano por aviones no pilotados rusos.

Ucrania ya denunció hace cuatro días la entrada de una columna de blindados rusos en la región de Lugansk, una denuncia que están investigando tanto la OTAN como la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE).

El ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, lo desmintió hoy categóricamente y agregó que, ese mismo día, "una columna militar ucraniana, que avanzaba hacia la región de Lugansk con el aparente fin de cortar la ruta de suministro de ayuda humanitaria, fue aniquilada por las milicias" prorrusas.

Rusia siempre ha negado cualquier apoyo con armas y con técnica militar a los sublevados prorrusos del este de Ucrania y denuncia prácticamente todos los días el impacto de obuses ucranianos en su territorio.

Aunque los observadores de la OSCE certificaron la veracidad de estas denuncias, el Gobierno de Kiev acusa a los prorrusos de disparar contra territorio ruso para luego cargar la culpa sobre las tropas ucranianas.