Boris Johnson ha agotado en apenas dos meses todo su cargador y, ahora, prepara su última bala para conseguir sacar adelante su plan para ejecutar el Brexit, con o sin acuerdo. Este miércoles, la aprobación de una ley para obligarle a posponer la salida de Reino Unido de la UE más allá del 31 de octubre ha provocado que el primer ministro solicitase una moción para convocar elecciones el próximo 15 de octubre, dos semanas antes del fin de la prórroga pactada con Bruselas. Sin embargo, ni siquiera esta opción fue suficiente para salvar su plan, ya que también perdió en la votación, esta vez de manera aplastante: por 298 a 56 votos.
El principal escollo primer ministro es que necesitaba el apoyo de dos tercios de los diputados para que saliese adelante su iniciativa, debatida tras la aprobación de la ley para prorrogar el Brexit. Pero la minoría parlamentaria de los conservadores auguraba una derrota que ha agotado prácticamente las opciones de Johnson de salvar su plan. El líder de la oposición laborista, Jeremy Corbyn, declaraba que solo respaldará la convocatoria de elecciones una vez la ley contra un Brexit sin acuerdo reciba el visto bueno de la reina Isabel II, lo que previsiblemente se producirá en los próximos días, tras la ratificación de los lores.
La legislación, impulsada por diputados de la oposición y conservadores críticos con Johnson, recibió en los Comunes 327 votos a favor y 299 en contra, y será evaluada ahora por la Cámara de los Lores. Para Johnson, el texto trata de "forzar al primer ministro a enviar una carta prefabricada para rendirse en una negociación internacional". Según el texto aprobado este miércoles, el Gobierno estará obligado a solicitar una extensión del Brexit a Bruselas si el 19 de octubre no ha formalizado un acuerdo de salida de la UE.
Concretamente, antes del 19 octubre 2019, Johnson estará obligado a llevar a cabo una de las tres siguientes acciones: que los parlamentarios aprueben el acuerdo de retirada, que los parlamentarios aprueben una moción acordando un Brexit sin acuerdo, escribir a la UE solicitando una extensión del artículo 50 más allá del 31 de octubre. A diferencia de la enmienda que ya aprobaron (en dos ocasiones) los 'comunes' entre enero y marzo, esta no sería meramente consultiva, sino de obligado cumplimiento por parte de Johnson.
El plan legislativo alternativo
"El país debe decidir ahora si es el líder de la oposición [en referencia al laborista Corbyn] o bien yo quien asiste a las negociaciones con Bruselas el 17 de octubre [fecha del Consejo Europeo] para resolver esto", afirmaba Johnson al presentar la moción. Johnson sostiene que su principal objetivo es llegar a un pacto con los 27 socios comunitarios restantes, pero argumenta que la amenaza de un Brexit sin acuerdo es su única baza para tratar de obtener mayores concesiones.
Agotada la vía legislativa ordinaria (y no contar con el apoyo de dos tercios de la Cámara), Johnson podría plantear una moción de urgencia para aprobar la convocatoria de elecciones anticipadas. Sin embargo, a pesar de que en ese supuesto solo requeriría de mayoría simple, tampoco parece contar con los apoyos necesarios para sacarla adelante, toda vez que el Gobierno ha perdido por más de 25 votos de diferencia las cuatro votaciones relacionadas con el Brexit que se han celebrado en el Parlamento esta semana.
Por eso, la idea de convocar unas elecciones anticipadas tiene que ver con asegurarse apoyos suficientes en la Cámara para poder derogar la ley aprobada este miércoles de urgencia y tener aún tiempo de negociar con la UE o ejecutar un Brexit 'duro' el 31 de octubre. En este sentido, la intención de voto hacia el Partido Conservador ha ido alza en las encuestas desde que Johnson asumió la jefatura de Gobierno a finales de julio.
En unas elecciones, el primer ministro trataría de obtener una mayoría suficiente para superar los actuales escollos parlamentarios y continuar implementando sus planes. Un sondeo publicado esta semana por la firma YouGov sugiere que los conservadores obtendrían el 35 % de los votos en unas elecciones, los laboristas el 25 %, los liberal-demócratas el 16 % y el Partido del Brexit el 11 %.
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