Los últimos ataques en RCA hacen temer una nueva escalada en el conflicto

EUROPA PRESS

La situación en República Centroafricana (RCA) ha mejorado desde la llegada al poder del presidente Faustin-Archange Touadéra pero dista mucho de haberse normalizado, como lo demuestran los enfrentamientos registrados en las dos últimas semanas en Bangui y en otros puntos del país, lo que hace temer que el país vuelva a verse sumido en el conflicto que enfrentó a los antiguos rebeldes Séléka, principalmente musulmanes, con las milicias anti-balaka cristianas.

Este miércoles, milicianos de Séléka atacaron a desplazados por la violencia en la localidad de Kaga Bandoro, en el norte del país, dejando al menos 30 muertos y otros 57 heridos, según los datos de la misión de paz de Naciones Unidas (MINUSCA). El ataque sería una venganza por el asesinato de cuatro musulmanes.

Estas muertes se suman a las doce que se produjeron la semana pasada en Bangui a raíz del asesinato el 4 de octubre de un oficial del Ejército que trabajó para la presidenta de la transición, Catherine Samba Panza en un barrio musulmán de la capital.

En el ataque de Kaga Bandoro, según ha denunciado el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), ha muerto uno de sus colaboradores. El organismo ha expresado su "viva preocupación por la reanudación de la violencia" y el que esta haya tenido como objetivo a trabajadores humanitarios, ya que "compromete el dar asistencia humanitaria a la población civil".

Una preocupación que también comparte el Fondo de la ONU para la Infancia (UNICEF), que ha denunciado que entre las víctimas del miércoles había tres profesores en formación, el director del Centro Regional de Pedagogía y el vicepresidente de la Asociación de Padres.

"Estamos totalmente consternados por los hechos y muy tristes de ver que los profesores han sido el blanco de estos ataques, personas que trabajaban incansablemente por la educación de los niños en República Centroafricana", ha lamentado el representante de UNICEF en el país, Mohamed Malick Fall.

El representante del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados en RCA, Kouassi Lazare Etien, ha coincidido en que "estos ataques dificultan seriamente el reparto de ayuda humanitaria a las poblaciones que necesitan asistencia". "Las actividades de los grupos armados engendran inseguridad y provocan movimientos de población", ha prevenido.

RETROCESO EN LOS LOGROS

La gravedad de la situación no ha pasado desapercibida al Gobierno. En un comunicado conjunto con el coordinador humanitario en RCA Fabrizio Hochschild, la ministra de Asuntos Sociales y Reconciliación Nacional, Virginie Baïkoua, ha admitido que "estos actos bárbaros suponen un retroceso inquietante con respecto a los logros tan duramente conquistados con vistas a la reconciliación".

Ambos han manifestando su profunda preocupación por el deterioro de la situación humanitaria, después de que en septiembre las organizaciones humanitarias tuvieran que suspender sus actividades en Kaga Bandoro, lo que dejó "al menos 200.000 personas vulnerables sin asistencia". "Los ataques del 12 de octubre amenazan con aumentar esta cifra y agravar la situación", han advertido.

El aumento de los ataques armados que se ha venido registrando desde septiembre amenaza con echar por tierra los logros alcanzados hasta la fecha. Esta misma semana, antes del último ataque, Hochschild reconocía que "hay numerosos motivos de satisfacción pero muchos desafíos que deben ser afrontados aún".

Entre los logros alcanzados por el nuevo Gobierno citó el hecho de que 600.000 niños hayan podido retomar sus estudios, si bien, según las estimaciones de UNICEF, todavía hay unos 10.000 menores que aún no pueden ir a la escuela.

Asimismo, destacó la disminución en el número de desplazados internos. En el momento álgido del conflicto, a principios de 2014, había 886.000 desplazados mientras que en septiembre la cifra había caído hasta los 384.884.

"SEGUIMOS NECESITANDO AYUDA EXTERIOR"

"Nuestro país comienza a ir mejor pero seguimos necesitando ayuda exterior", ha defendido Baïkoua en una entrevista concedida a Europa Press durante una reciente visita a Ginebra. Desde que el presidente asumió el cargo "la situación ha mejorado y las cosas empiezan a funcionar", ha sostenido, destacando que la seguridad ya se ha restablecido "en algunas zonas, aunque quedan otras por asegurar".

La ministra de Asuntos Sociales centroafricana se ha mostrado optimista respecto al futuro, asegurando que el Gobierno está "manos a la obra" junto a la MINUSCA "para garantizar la seguridad" a todos los centroafricanos.

"Mi país comienza a revivir y, aunque es cierto que hay algunos problemas, creo que a partir de ahora irá a mejor y tengo confianza en ello", ha afirmado, poniendo como ejemplo el hecho de que se están produciendo "retornos espontáneos" de desplazados internos, mientras que otros están regresando con ayuda del Gobierno y las agencias humanitarias.

"Afortunadamente durante los momentos difíciles la comunidad internacional ha estado junto a República Centroafricana y les agradecemos este apoyo que ha permitido que los centroafricanos puedan ahora respirar un poco", ha señalado la ministra, que ha pedido que "no nos olviden y nos sigan manteniendo en su agenda" porque "hay zonas que siguen necesitando apoyo humanitario".

La lectura que hace de la situación actual el responsable de Advocacy de Oxfam en RCA, Isidore Ngueuleu. "Después de las elecciones presidenciales y legislativas a principios de este año, el país ha comenzado a recuperar la estabilidad en algunas regiones en las que las fuerzas de paz y la ayuda humanitaria han apoyado la estabilización", ha explicado a Europa Press.

NECESIDAD DE CONSOLIDAR LA PAZ

"Sin embargo, una parte importante del territorio permanece bajo el control de grupos armados, que siguen perpetrando exacciones contra la población civil", ha lamentado, incidiendo en que los últimos ataques demuestran "la necesidad de implementar con urgencia programas de consolidación de la paz".

Ngueuleu ha subrayado que el país "se enfrenta a una crisis compleja y volátil" con un 20 por ciento de su población desplazada, unos dos millones de personas que "se enfrentan al hambre" y con casi el 65% de sus ciudadanos sin acceso a agua potable. A esto se suma, ha precisado, la violencia, incluida la violencia sexual y de género que en 2015 afectó a 60.000 mujeres, "casi 200 mujeres víctimas al día, una cada 15 minutos".

En este sentido, ha considerado que "la protección de la población civil sigue siendo un tema pendiente", algo que es "deber" del Gobierno. "A pesar de las buenas intenciones, el Gobierno actual no ha sido capaz de volver a desplegar su administración y sus fuerzas seguridad en todo el territorio, ni tampoco poner en práctica las estrategias de desarme, justicia y reconciliación nacional", ha lamentado.

Y mientras tanto, ha añadido, las necesidades humanitarias persisten y los fondos no llegan. Según ha señalado, solo se han recibido el 31 por ciento de los fondos solicitados a falta de tres meses para que termine el año.

"La comunidad internacional tiene que comprometerse con el país para que los fondos sirvan para reconstruirlo a largo plazo. El 17 de noviembre tienen una oportunidad en la conferencia de donantes que se celebrará en Bruselas", ha remachado.

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