La ultraderecha y los Verdes avanzan en la UE a costa de socialistas y populares

  • Le Pen, Salvini y Farage logran imponerse en Francia, Italia y Reino Unido; los Verdes logran el segundo puesto en Alemania.
Marine Le Pen
Marine Le Pen
EFE

Marine Le Pen ni siquiera esperó a los resultados oficiales; pasadas las 20 horas, cuando los sondeos ya daban a la ultraderechista Agrupación Nacional (RN) como vencedora de las elecciones europeas en Francia, la líder ultraderechista se agenció la victoria y la utilizó para exigir al presidente del país, Emmanuel Macron, la disolución inmediata de la Asamblea Nacional y la convocatoria de elecciones legislativas "para conocer la verdadera opinión del país". Fue una de las muestras más evidente de la confianza con la que las fuerzas ultraderechistas salieron de los comicios: avanzaron (aunque no tanto como se vaticinaba) en la Eurocámara, junto a los Verdes, a costa de socialistas y populares, que siguen siendo la fuerza mayoritaria, pero con menos apoyos que en la última legislatura.

Suele decirse que en las europeas muchos ciudadanos suelen distanciarse de las opciones más moderadas, a las que apoyan en clave nacional o regional, y optan por un voto situado más en los márgenes del espectro político. Sin embargo, lo que probablemente pocos preveían era ver que en tres de los motores de la UE (Francia, Italia y Reino Unido) se imponía una mayoría ultraderechista o euroescéptica. Junto a Le Pen, Matteo Salvini y Nigel Farage fueron los grandes triunfadores de la noche electoral.

Es más, en el caso de la Agrupación Nacional, se trata de la primera victoria del partido ultraderechista a La República en Marcha, la formación del presidente del país, Emmanuel Macron: Le Pen ha repetido la victoria de las europeas de 2014 y ha obtenido el 24% de los sufragios, por delante del partido de Macron, que ha logrado el 22,5%. Pero la gran sorpresa la han protagonizado los Verdes, que se colocan en tercer lugar, con más del 12% de los votos, dentro de unos comicios con una participación que ronda el 52% del electorado, lo que supone un fuerte aumento con respecto a hace cinco años, cuando fue del 42%.

Se trata de un avance importante en Francia, ya que los ecologistas han logrado superar al partido conservador Los Republicanos -el heredero del UMP de Chirac y Sarkozy-, que tendría el 8% de los votos. Además, también dejan atrás a los izquierdistas de La Francia Insumisa y al Partido Socialista, que se han quedado con el 6 % de los votos. Pero también se trata de un cambio de tendencia en toda Europa: en Alemania los Verdes han sido la segunda fuerza más votada, con un 20% de los apoyos, solo por detrás de la CDU de Angela Merkel. Y en la Eurocámara, el grupo logra 17 escaños más, pasando de lo 50 de 2014 a los 67.

Los partidos euroescépticos ya controlan el 25% de la Eurocámara

Pero hay otro grupo que gana terreno dentro del Parlamento Europeo: tras las elecciones de este domingo, los partidos euroescépticos han pasado a tener 168 escaños, lo que se traduce en el control del 25% de la cámara. Para hacerse una idea de la magnitud de este avance, por primera vez superan a los socialistas europeos, que han pasado de los 191 escaños de 2014 a los 152, y se quedan a solo 10 diputados del grupo conservador, el cual también ha perdido una parte importante de los votos, pasando de los 221 escaños de hace cinco años a los 178.

Además de Le Pen, una de las claves de este avance es el triunfo de la ultraderechista Liga, que lidera el ministro del Interior italiano, Matteo Salvini y que ha logrado hacerse con el 30% de los votos en las elecciones de este domingo. Algo en línea con los resultados obtenidos en otras partes de Europa, donde los socios de la nueva coalición internacional de Salvini han logrado escaños los partidos Alternativa por Alemania (AFD), el Partido de los Finlandeses (anteriormente conocido como Auténticos Finlandeses), el Partido Popular Danés y el FPÖ austriaco.

Pero si hay un gran vencedor es el Partido del Brexit, del populista Nigel Farrage, que ha arrasado en Reino Unido con el 33% de los votos, por delante de los proeuropeos del Partido Liberal Demócrata, con el 20,1%, los laboristas, con el 16,1%, los Verdes con el 10,6%, mientras que los conservadores han quedado en quinto puesto con el 8%. En este sentido, el mal resultado de los 'tories' se achaca en parte en Reino Unido a la incapacidad de May para concluir en los últimos meses el tortuoso proceso del Brexit, lo cual no ha hecho más que alimentar el euroesceptismo entre los votantes. Es más, las últimas encuestas apuntan a una irrupción sin precedentes del Partido del Brexit si se celebrasen unas elecciones generales en Reino Unido: nada menos que un 17,32% votaría a la formación de Farage.

Más allá de que ciertas ideas y propuestas puedan resultar populistas o xenófobas, el gran problema que entraña para la UE el auge de la ultraderecha en el Parlamento Europeo es de gobernabilidad: algunos mecanismos legislativos pueden articularse sin necesidad de llegar a la mayoría simple (más del 50%), debido a la frecuente abstención entre los parlamentarios. Por eso, el hecho de que los euroescépticos no hayan llegado al temido 33% de representación (que podría obligar a fuerzas antagónicas a formar una gran coalición para frenar sus iniciativas legislativas) puede suponer un cierto alivio, pero ese 25% de la cámara que controlarán a partir de ahora podría dar más de un dolor de cabeza a socialistas, populares, liberales y verdes.

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