La operación comenzó a primera hora de la mañana del sábado, cuando oficiales israelíes pidieron la intervención de los Estados Unidos en una serie de llamadas telefónicas realizadas mientras los manifestantes se agolpaban en los alrededores de la Embajada, según informa el diario The Telegraph.
El ataque sin precedentes, que se produce después de días de protestas, tiene su origen en la muerte de al menos tres guardas fronterizos egipcios en agosto por parte de soldados israelíes. Los disturbios llevaron a la evacuación de todo el personal de la Embajada, a excepción de un miembro del cuerpo diplomático que se prestó voluntario a permanecer como único representante de Israel en Egipto.
El embajador, Yitzhak Levanon, sus compañeros y sus familias fueron evacuados del país en dos aviones militares israelíes.
Cuando la crisis comenzó en la mañana del viernes, la mayor parte del personal de la Embajada estaba en casa, en parte porque se les había ordenado mantener un perfil bajo a raíz de protestas anteriores en la sede.
Seis guardas de seguridad eran responsables de proteger el edificio. A medida que la multitud avanzaba, se vieron obligados a abandonar el ala consular de la Embajada y retirarse a una sección segura.
El primer ministro Netanyahu trató de contactar con ellos en tres ocasiones mientras se producía el asalto, urgiéndoles a permanecer firmes y prometiéndoles que la ayuda estaba en camino.
Mientras tanto, Ehud Barak, ministro de Defensa, organizó llamadas urgentes a su homólogo estadounidense, Leon Panetta y a Dennies Ross, el principal consejero de Obama en cuestiones relativas a Oriente Medio.
La secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, contactó entocnes con Mohammed Kamel Amr, ex ministro egipcio, para pedir que sus superiores militares cumpliar la obligación recogida en el Convención de Viena de proteger la propiedad y el personal diplomático.
Estas gestiones resultaron en una misión de rescate que llegó justo a tiempo.
Netanyahu tuvo que pedir a Egipto que rescatara a sus hombres. "El ataca de la multitud a la Embajada de Israel es un incidente serio, pero hubiera sido peor si los sublevados hubieran logrado trasponer la última puerta y herir a nuestra gente", afirmó.
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