El jefe del Gobierno de Malaca, Mohd Ali Rustam, ha indicado que los funcionarios, que también recibirán aparatos electrónicos como regalo, tendrán que dejar de fumar en un tiempo establecido.
"Me reuniré con las agencias del Gobierno central y con representantes de organizaciones no gubernamentales para concretar los requisitos", ha explicado Mohd, según recoge hoy la prensa local.
El Gobierno local creará un comité, en el que incluirán a integrantes de ONG, para corroborar que los funcionarios han abandonado el tabaco.
"Es importante comprobar que los voluntarios hayan dejado realmente el tabaco", ha señalado el jefe del Gobierno de Malaca.
El comité también recopilará las estrategias seguidas por los premiados para abandonar los cigarrillos, que incrementan el riesgo de enfermedades coronarias, medio centenar de tipos de cáncer y otras enfermedades.
Más de 10.000 malasios mueren cada año debido a enfermedades causadas por el tabaquismo, según datos de la Organización Mundial de la Salud.
Fumar está prohibido en los locales cerrados en Malasia, aunque la ley se incumple con frecuencia, mientras que las compañías tabacaleras tienen prohibido anunciarse o promocionar eventos.
El aumento del hábito entre los jóvenes, sobre todo ellos aunque también ellas, preocupa a las autoridades, quienes el año pasado subieron el precio de las cajetillas un 7 por ciento hasta una media de 10 ríngit (unos 3,30 dólares o 2,29 euros).La eficiencia de la medida es limitada, ya que uno de cada tres cigarrillos vendidos en Malasia es de contrabando.
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