Un jesuita alega un impedimento moral para no ir a diligencia judicial en Bogotá

  • Bogotá, 20 mar (EFE).- El jesuita colombiano Javier Giraldo, de una larga trayectoria en tareas de defensa de los derechos humanos, se abstuvo de concurrir a una diligencia judicial en Bogotá bajo la alegación de que se sentía impedido moralmente.

Bogotá, 20 mar (EFE).- El jesuita colombiano Javier Giraldo, de una larga trayectoria en tareas de defensa de los derechos humanos, se abstuvo de concurrir a una diligencia judicial en Bogotá bajo la alegación de que se sentía impedido moralmente.

Giraldo echó mano de una norma de la Constitución Nacional que dice que "nadie será obligado a actuar contra su conciencia" para para no asistir a la vista, convocada para el pasado 11 de marzo por una fiscal de esta ciudad.

En un mensaje de 43 folios divulgado hoy en Bogotá, el jesuita detalla a la fiscal que lo citó, Piedad Angélica Acero, los motivos del impedimento ético que alega para no ir a la cita judicial, dentro de un proceso por "falsa denuncia, injuria y calumnia" que se le abrió por denuncias de una autoridad militar.

La causa está relacionada con una matanza de ocho miembros de la Comunidad de Paz de San José de Apartadó (noroeste), entre ellos dos niños, uno de ellos bebé, cometida el 21 de febrero de 2005 por paramilitares y militares, según lo estableció finalmente la Fiscalía General.

Contra afirmaciones de las autoridades colombianas, que insistieron en atribuir la matanza a la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), Giraldo alertó entonces sobre las responsabilidades en estos hechos.

La matanza elevó a más de 150 el número de miembros de la misma comunidad de antiguos desplazados que han sido asesinados desde 1997, cuando se declararon neutrales ante el conflicto armado interno.

El jesuita advirtió de que sus tareas de 29 años en la defensa de los derechos humanos lo enfrentaron a "experiencias negativas y aterradoras" que minaron su fe en la justicia.

"La conciencia ética de la humanidad se siente comprometida con la búsqueda de la verdad y de la justicia, y acepta con agrado someterse a mecanismos institucionalizados que faciliten las aproximaciones sociales a la verdad y a la justicia, así impliquen muchas veces molestias, esfuerzos o incomodidades personales", aceptó Giraldo.

Pero al mismo tiempo aclaró: "Lo que no puede aceptar una conciencia ética es involucrarse en mecanismos institucionales que, tras ficciones o simulacros de verdad y de justicia, lo lleven a uno a contribuir en la práctica y positivamente con la falsedad y la injusticia".

"Esto reviste una gravedad superlativa cuando en el simulacro está comprometida la vida y la dignidad de numerosos seres humanos", subrayó el jesuita, para solicitarle a la fiscal que lo exima de "toda declaración, versión, indagatoria o entrevista".

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