Fue diagnosticado con leucemia el pasado mes de enero. Pero, a pesar de no poder salir de casa por la debilidad de su sistema inmunitario, no se ha perdido casi ninguna clase desde que está enfermo. Tiene 6 años, se llama Anthony Longo y es de Nueva Jersey, EEUU. Y tiene un robot que va a clase por él.
Según recoge el New York Daily News, el menor fue diagnosticado con leucemia aguda en enero, y, después de pasar 22 días en el hospital, volvió a casa.
Gracias a una organización, conectada con el Centro Médico de Morristown, donde recibe tratamiento Anthony, no se pierde ni una sola clase: el robot que le dieron lo hace por él, ayudando a que no se pierda ni un momento de su aprendizaje y pueda disfrutar, aunque sea en la distancia, de la compañía de sus compañeros.
Controla el robot gracias a su iPad, y maneja cómo se mueve por el aula. El aparato, del tamaño de un adulto, se puede mover de mesa en mesa gracias al control con radar y con las órdenes que da su profesor.
Los niños le saludan por la pantalla, y ellos pueden ver a Anthony a través de otra pantalla, que funciona de manera similar a Skype. Lo hace gracias a la ayuda de The Valerie Fund, que aporta los robots a varios niños, a un precio de 8.000 dólares por aparato.
Y, además de ayudar a los niños a no perder tiempo de educación, les sirve de un buen sistema de apoyo en su enfermedad: a pesar de estar malos, no pierden el contacto de sus compañeros, que, a su vez, entienden mejor la enfermedad que sufre su compañero.
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