Se llama Lucas Etter y con sólo 14 años acaba de pasar a la historia al conseguir romper el récord mundial de cubo Rubik. El joven estadounidense acabó el reto en 4,90 segundos, es decir apenas cuatro parpadeos, y pulverizó la anterior marca que estaba 5,09.
Lucas, que lleva toda (su corta) vida realizando y trabajando con el rompecabezas ha logrado su sueño de ser la persona más veloz en lograrlo. Verlo mover las caras del cubo es un espectáculo y la grabación apenas puede captar la velocidad de sus dedos.
El mismo día que Lucas consiguió el récord, Collin Burns había logrado rebajar su anterior marca mundial de 5,25 a 5,09.
Según el reglamento de la World Cube Association, el azar del cubo de Rubik queda establecido por un ordenador para que no pueda haber trampa posible. Además, los participantes tienen derecho a observar su cubo durante 15 segundos antes de intentar resolverlo. La acción es controlada por un temporizador, que se activa cuando el jugador levanta sus manos de la pantalla táctil y se detiene cuando suelta el cubo.
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