Un niño de 14 años se entrega con un chaleco lleno de bombas en Baghdad

    • “Tengo un chaleco lleno de explosivos, pero no quiero saltar por los aires”, dijo el inocente Barho a los guardias.

    • Usaid Barho era amante de las películas de Jackie Chan, le gustaba practicar fútbol con sus amigos y su sueño era ser médico.

Un niño sirio de 14 años se ha entregado a las autoridades iraquíes con un chaleco lleno de explosivos en Baghdad, según publica el diario The New York Times.

El adolescente, reclutado por el Estado Islámico, aseguró a la policía que la única salida para no morir era atacar la mezquita de Shiite y poder escapar así de los terroristas.

Usaid Barho era amante de las películas de Jackie Chan, le gustaba practicar fútbol con sus amigos y su sueño era ser médico. Eso era lo que quería antes de ser secuestrado por el grupo terrorista en Siria.

“Tengo un chaleco lleno de explosivos, pero no quiero saltar por los aires”, dijo el inocente Barho a los guardias.

El joven se desabrochó la chaqueta y mostró el chaleco antes de rendirse. Un experto en explosivos le quitó cuidadosamente las bombas. Los policías alertaron de la grave situación que estaba sucediendo y los anuncios  se propagaron por las redes sociales para que la gente no fuera a la mezquita.

Nos lavaron la cabeza y nos dijeron que los chíitas eran infieles y teníamos que matarles”, dijo Barho al Times. “Nos enseñaron que los chíitas estaban violando a las mujeres suníes y matando a los maridos. Nos sedujeron para entrar en el califato”.

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Pero la historia de Barho no es al primera de un joven que ha escapado de las garras de los terroristas. Este mismo mes, una mujer en Italia denunció unas imágenes de su hijo de tres años en manos de los terroristas. Reclamó que su hijo había sido secuestrado por su ex marido, que se marchó de Italia para pelear con el EI.

Un informe de la ONU basado en los testimonios de más de 300 personas, incluido menores, asegura que el EI prioriza el secuestrar niños para que en un futuro no sean infieles, y que vean la violencia como forma de vida.

En el informe, un testigo llamado Al-Hasakah dijo que “había visto al menos diez niños de 13 años con un arma del EI. Estos niños se sitúan en los puntos estratégicos del EI. Están armados con granadas y Kalashnikovs”.

Este testigo recuerda que la educación se usa como herramienta de propaganda. A su vez, asegura que hay campos de entrenamiento del EI. El campo Sharea, cerca de Alepo, entrena cerca de 350 menores entre cinco y quince años.

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