Una frágil abuela se enfrenta al Estado Islámico y llama a sus milicianos demonios

Todos temen al Estado Islámico, la organización terrorista más cruel, cuyos milicianos no dudan en mutilar, crucificar, torturar y decapitar a cualquiera que no comparta sus aterradoras tesis y su estricta doctrina.

Periodistas y cooperantes decapitados, pilotos quemados vivos, milicianos de la organización fusilados por huir, homosexuales lanzados desde altos edificios o ciudadanos azotados por utilizar el teléfono móvil es parte de su siniestro historial.

Los kurdos se han atrevido a hacerles frente, con éxito, en el campo de batalla, pero nadie, hasta ahora, se había arriesgado a plantarles cara y leerles las cartilla, con insultos incluidos. Ha tenido que ser una anciana octogenaria, que ha arriesgado su vida, la que se ha enfrentado a los sanguinarios milicianos del Estado Islámico.

Les llama "demonios" y no duda en citar numerosos versículos del Corán que prohiben la masacre.

En el vídeo, se ve como la anciana se acerca a dos combatientes del EI, sentados en un vehículo. Les increpa, les llama diablos y les dice que el grupo terrorista está maldito y que sus actos les enfrentan a Dios.

Los milicianos enseguida empiezan a burlarse de ella y le dicen que se vaya. La mujer, usa ropa tradicional árabe, hace caso omiso de los hombres y continúa con su discurso, sigue insultándoles e insiste en que la brutalidad del Estado Islámico "nos hace ir hacia atrás".

Cada vez más frustrados, los hombres cambian de tono y comienzan a decirle a la mujer que están ocupados y que se tienen que ir. De pronto, la anciana comienza a citar versículos del Corán que advierten contra la lucha y las masacres, cuando lo que se debe buscar es la paz. Los yihadistas comienzan a burlarse de ella y empiezan a amenazarla.

"Ustedes no quieren que este sacrificio, ni tampoco estos asesinatos", dice la anciana, lo que provoca que una fría respuesta: "Hemos venido a asesinarla a usted".

Continúa diciendo que "Dios está mirando lo que estás haciendo y los que niegan nuestros versículos son arrogantes". "Las puertas del cielo no se abrirán para ellos, ni entrarán en el paraíso", añade.

El vídeo a continuación, llega a su fin sin mostrar qué fue de la valiente anciana.