La llamada de los tres jóvenes secuestrados supuestamente por palestinos rompe varios años de calma tensa en la región y previsiblemente el fin de la colaboración entre Tel Aviv y la Autoridad Palestina, que entre otras cosas, permitió cerrar 2012 sin ningún israelí muerto en Cisjordania.
La ciudadanía reclama poner en práctica el viejo código judío del "ojo por ojo…" y el Gobierno se divide entre ministros que quieren vengarse donde más les duele a los palestinos, creando nuevos asentamientos en los territorios ocupados, y otros, como Tzipi Livni, que advierten del riesgo de provocar una nueva guerra y destruir la ola de simpatía hacia Israel que ha provocado el asesinato de los tres jóvenes.
El primer ministro, Netanyahu, ya ha emitido su sentencia: Hamas es culpable. Y ya solo queda esperar y ver de qué lado del ejecutivo se pone, si atiende a los halcones y lanza un ataque a gran escala contra los islamistas de la franja de Gaza o escucha a las palomas, y a Estados Unidos, que le han pedido contención en circunstancias tan difíciles.
El experto lan Pappé, profesor de historia en la Universidad de Exeter y autor del libro Una historia de la Palestina moderna: una tierra, dos pueblos, entre otros, explica a www.lainformacion.com que este asesinato, "servirá a Israel para acelerar la anexión del área C a su territorio". En estos territorios, Israel tiene el control civil y militar total y suponen alrededor del 60% del territorio palestino. No en vano, la operación lanzada por Israel para encontrar a los jóvenes y desarticular gran parte de la infraestructura de Hamás ha costado también la vida de ocho palestinos, incluyendo dos menores. Está suponiendo además un gran trauma para los palestinos que ven como ejército lleva a cabo redadas de edificios y domicilios privados. Fuentes consultadas por la www.información.com, confirman la brutalidad de los registros en Palestina. Esta ofensiva es la mayor lanzada por las fuerzas israelíes desde la Segunda Intifada, un periodo trágico periodo en la historia de Palestina que en seis años causó la muerte a 3.733 palestinos y otros 1.011 israelíes, según la organización israelí B'Tselem.
"Puede que estalle la tercera intifada. No será solo motivada por este suceso sino por una serie de circunstancias, entre las que figuran la opresión y la falta de un escenario de paz en el futuro", destaca el investigador al tiempo, que asegura que "no se puede predecir cuándo estallará". Con un Egipto convulso, el mundo musulmán dividido entre suníes y chiíes en n Irak y Siria, una guerra abierta entre israelíes y palestinos no haría más que complicar aún más el panorama.
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