Una turista es condenada a tres años de cárcel por llevar analgésicos a Egipto

  • Laura Plummer llevó Tramadol desde Reino Unido para paliar los dolores de espalda de su pareja sin saber que el fármaco está prohibido en el país.
Fotografía de analgésicos.
Fotografía de analgésicos.
Pexels.

En una era en la que la seguridad en los aviones es máxima conviene echar un ojo a los utensilios prohibidos en los países de destino. El detonante de la pesadilla que está viviendo la británica Laura Plummer no fue un objeto, sino un medicamento analgésico habitual en occidente, que casi le cuesta la pena de muerte.

La turista británica de 33 años viajó a Egipto para visitar a su pareja Omar Caboo, que sufre severos dolores de espalda, y que necesitaba urgentemente una medicina para paliarlos.

Con la mejor de las intenciones, Plummer compró Tramadol en Reino Unido, un analgésico legal en este país y que se prescribe principalmente para el dolor severo como el dolor del nervio y dolor en las articulaciones (artritis).

La mujer de 33 años natural de Hull llevó 290 pastillas del citado fármaco en su maleta, un hecho que provocó su detención nada más aterrizar en Egipto el pasado 9 de octubre. 

A pesar de que declaró que eran para su pareja y de que no pensaba que estaba haciendo algo malo o ilegal, el juez decretó una pena de prisión de tres años, que ha devastado a su familia.

Su madre acudió a Egipto para presenciar el juicio, y vio cómo se llevaban a su hija a dependencias policiales. Los cuerpos de seguridad le dijeron que podría visitarla en los calabozos, pero para su sorpresa, cuando realizó la visita este miércoles, Laura ya había sido trasladada a la prisión de Qena, conocida como una de las peores del país.

El caso ha conmocionado al Reino Unido y mientras Laura duerme en una celda común sin camas con otras 25 mujeres, su abogado elabora una apelación que puede presentar en el plazo de 6o días.

Fotografía de Laura Plummer junto a su pareja egipcia.
Laura Plummer junto a su pareja egipcia.

Tres años por llevar analgésicos que pudieron ser más. No en vano, los primeros abogados el país que conocieron su caso le advirtieron de que podría enfrentarse a 25 años e, incluso, a la pena de muerte. 

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