Vázquez-Figueroa: "Aunque caiga Gadafi, Libia acabará en otra dictadura si internet no lo evita"

  • El excorresponsal y autor de libros como 'Matar a Gadafi' entrevistó al dictador libio cuando acababa de acceder al poder tras un golpe de Estado. Aquella vez el revolucionario le pareció "maravilloso", reconoce Alberto Vázquez-Figueroa a lainformacion.com. Pero ahora cree que es una caricatura de sí mismo y que por mucho que Muamar al Gadafi caiga, el futuro de Libia seguirá estando en el reparto interesado del petróleo.

Alberto Vázquez-Figueroa | Fotografía cedida por el escritor para lainformacion.com (archivo)
Alberto Vázquez-Figueroa | Fotografía cedida por el escritor para lainformacion.com (archivo)
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Entrevistó a Gadafi nada más acceder al poder en 1969 como enviado especial de TVE. ¿Cuál fue su primera impresión?

Maravillosa. Me pareció un tipo extraordinario, brillante, con una gran personalidad. Estaba lleno de ilusión, acababa de derrocar a un rey que era un viejo tirano y tenía muchos sueños para su pueblo.

Yo creí que aquello significaba un cambio total en Libia. Luego, poco a poco, a través de los años me fui dando cuenta de que la cosa era muy diferente. El hombre se fue convirtiendo -es lo que tiene el poder, incluso la gente con buena voluntad- se empieza a endiosar, sobre todo con tanto dinero que había. Y se acabó convirtiendo en el hombre más peligroso del mundo.

Fue entonces cuando decidió escribir la novela 'Matar a Gadafi' (en 1981).

Mucha gente me dijo que estaba loco, que cómo se me ocurría eso, que él tenía aliados en ETA y que él era el protector del Chacal y que cualquier día alguien me podía pegar un tiro. Pero había estado en muchos sitios en los que me podían haber pegado un tiro.

¿Cómo ve ahora a Gadafi?

Se ha convertido en una caricatura de ser humano. Antes era un hombre atractivo, con buena presencia. Y yo no sé si las drogas… el alcohol, no, porque no bebe alcohol.

Resulta llamativo que diga que Gadafi pueda drogarse, porque el dictador libio precisamente ha calificado de simples"drogadictos" en sus discursos de estos días a los manifestantes contrarios a su régimen.

Es fácil acusar a los demás de lo que uno es. No lo sé, pero desde luego no se puede estar a esa edad tan deteriorado y convertido en una especie de monstruo. Una cosa es estar viejo y otra cosa es el aspecto que tiene y la medio locura que tiene.

Sin embargo, hasta hace nada España y muchos otros países occidentales mantenían estrechos lazos comerciales con el régimen que ahora condenan.

No me sorprende que ahora todo el mundo haya saltado contra él [ríe]. Es lógico, porque se le tenía temor y sobre todo se le respetaban mucho los miles de millones que produce Libia en gas y petróleo. Tenía medio mundo comprado, entre ellos a los italianos: a Berlusconi le hacía unos regalos increíbles.

¿Y eso es hipocresía por parte de los países o simplemente jugar con las baza que ofrece el mundo real?

Todos los países y gobiernos son hipócritas al cien por cien, y todos los políticos de cualquier partido. Si no, no estarían allí. Hace quince días se estaban dando abrazos el señor Gadafi y el señor Berlusconi, y todos los gobernantes del mundo. Y ahora, si pueden, lo aplastarán y dirán que lo odiaban y que ni sabían cómo se llamaba.

Pero ahora parece que ha salido un arma que está ayudando a la gente, que es internet: el conocimiento de las cosas que ocurren sin tener que pasar por los medios de comunicación oficiales. Todo lo que está ocurriendo ahora es resultado de eso.

Hace años si se hubiera dicho "se quemó un señor en un pueblo de Túnez porque la Policía le quitó su carrito de verduras y se prendió fuego", nadie se hubiera enterado ni en el pueblo. Y ahora la noticia corrió por todo el mundo y ese señor le prendió fuego al norte de África y le prenderá fuego a medio mundo. Ése es el arma al cual los políticos le tienen que tener miedo.

¿Qué cree que va a pasar ahora con Libia? ¿Acabará habiendo una intervención militar internacional?

Yo creo que [Gadafi] de ésta no va a salir, porque Estados Unidos hace años que le tienen muchas ganas y es un hombre muy peligroso. Pero para divino, Dios.

Yo no podía imaginar con 21 años viviendo en África, 30 y tantos libros escritos sobre África y presumiendo de ser un experto en África, no podía ni imaginar que esto iba a ocurrir.

Si usted me dice hace seis meses que yo escriba una novela con esta temática, le digo que está loca, que a quién se le ocurre que va a prender fuego Túnez, Egipto, Libia… Pero está sucediendo. Luego, todo el que haga una especie de futurismo se puede equivocar al cien por cien.

Yo creo, espero y supongo que Gadafi desaparecerá de la circulación de una manera u otra: que acabe en el Tribunal de La Haya, que le peguen un tiro, que se pegue un tiro, que le suiciden, se suicide o que se exilie en cualquier país. Pero, ¿y si le da la vuelta a la tortilla?

Si al final triunfan los rebeldes, ¿después qué? Con todas las tribus que conforman el país y la escasa estructura administrativa y política, ¿cree que la estabilidad y la democracia serán posibles?

Tardará años en establecerse, pero [Libia] tiene una virtud: tiene mucho petróleo. Siempre habrá gente que sea capaz de que eso se tranquilice y funcione y pagará para que el petróleo funcione. Siempre saldrá un listo que diga vamos a repartirnos la tarta. Lo malo es cuando no hay tarta y un país es miserable.

Pero si la situación depende de repartir la tarta del petróleo, puede acabar en otra dictadura o régimen autoritario igualmente aunque caiga Gadafi.

Todos los países acaban pronto o tarde en una dictadura. Ahora vendrá, como siempre, un periodo de pseudodemocracia o democracia hasta que se vaya pudriendo esa democracia y luego volverá otra dictadura. Eso es un ciclo que se repite en la Historia siempre, pero eso es tan antiguo como el ser humano y a no ser que internet lo cambie…

Si quieres saber más sobre Alberto Vázquez-Figueroa, ésta es su web.

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