El pasado domingo, las imágenes de vigilancia de un hospital de Guizhoum (China) captaron un hecho insólito. Una mujer disfraza de enfermera y con una mascarilla que le cubría la parte inferior de la cara robaba un bebé ante la mirada de una decena de personas que se encontraban allí en ese momento y que no sospecharon nada.
El secuestro se produjo a las seis de la mañana, cuando los padres del bebé estaban durmiendo, por lo que no se percataron de nada, según informa Daily Mail.
Poco después fue cuando se dieron cuenta de que no había rastro de la niña. Ninguno de los médicos del hospital reconoció haberse llevado al bebé. Fue entonces cuando llamaron a la Policía.
El bebé fue rescatado
Finalmente y tras una búsqueda, el bebé fue rescatado y la mujer que se disfrazó de enfermera ya ha sido arrestada.
Tras rescatar a la pequeña, fue llevada directamente al hospital, donde un chequeo médico cercioró que no había nada por lo que alarmarse.
Mientras tanto, el caso ya se está investigando. Aunque un político del Gobierno chino ya ha pedido penas más severas para este tipo de delincuentes que, actualmente, se enfrentan a penas de hasta 10 años por este delito.
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