Prohibidos los entierros

Abre el hospital milagro chino para 1.400 sanitarios y 1.000 camas... en solo 10 días

Vista aérea del hospital de Huoshenshan, construido tras la emergencia del coronavirus
Vista aérea del hospital de Huoshenshan, construido tras la emergencia del coronavirus
Efe

Si había alguna duda sobre la capacidad de producción de China, el estallido del coronavirus desde su propio corazón geográfico ha deparado ya toda una maravilla de la obra pública. Diez días después de empezar a levantar la tierra sobre un solar, este lunes comenzará a funcionar con un personal de 1.400 trabajadores sanitarios militares el nuevo hospital levantado en la ciudad de Wuhan, epicentro de contagio del nuevo coronavirus que se ha cobrado ya la vida de 304 personas en China. Las nuevas instalaciones tendrán un total de 1.000 camas.

El Hospital Huoshenshan (Montaña del Dios Fuego), como se ha bautizado la nueva instalación, contará así con 950 trabajadores de hospitales de la Fuerza Conjunta de Apoyo Logístico de las Fuerzas Armadas y 450 más de universidades sanitarias del Ejército, la Marina y la Fuerza Aérea que ya se encuentran en Wuhan. Además cuenta con un equipo de 15 expertos dedicados especialmente a evitar los contagios dentro del hospital.

Entre los trabajadores del nuevo hospital hay sanitarios con experiencia en la lucha contra el SARS del Hospital de Xiaotangshan de Pekín o que han participado en la misión contra el ébola en Sierra Leona y Liberia, según informa Ep.

Las autoridades chinas han confirmado la muerte de 304 personas como consecuencia de las neumonías causadas por el nuevo coronavirus y hay 14.380 afectados. Hasta 328 personas se han recuperado de la enfermedad, según la Comisión Nacional de Salud de China. Este sábado se ha confirmado la muerte del primer enfermo de la nueva cepa fuera de China, concretamente en Filipinas.

Mientras tanto, los muertos por el coronavirus no podrán ser enterrados donde quieran sus familiares ni tampoco tener una ceremonia de despedida, después de que el Gobierno chino haya emitido este domingo un estricto protocolo para el tratamiento de los cadáveres, como parte de sus esfuerzos por controlar el brote.

Los restos de los fallecidos infectados por el nuevo coronavirus deberán ser incinerados en una funeraria designada y cerca de donde están, no serán transportados entre diferentes regiones y no serán preservados por entierro u otros medios, apunta un protocolo emitido por la Comisión Nacional de Salud, el Ministerio de Asuntos Civiles y el Ministro de Seguridad Pública.

Las tradiciones funerarias como una ceremonia de despedida están prohibidas y los cuerpos deberán ser desinfectados y colocados en una bolsa sellada por trabajadores médicos y no se podrán abrir después del sellado. Las funerarias deberán enviar personal y vehículos especiales para entregar los cuerpos de acuerdo con la ruta designada, y los cuerpos deben ser incinerados en crematorios designados, subrayó la directriz, según recoge Efe.

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