Zelenski, el humorista que ha llegado a presidir Ucrania para acabar con la 'casta'

Vladimir Zelenski, presidente de Ucrania
Vladimir Zelenski, presidente de Ucrania
EFE

La historia reciente de Ucrania está repleta de crisis políticas, golpes de Estado, presidentes envenenados e injerencias rusas (como en Crimea). Con estos ingredientes de tragedia, no es de extrañar que el recién elegido presidente del país se dedique a la comedia. Vladimir Zelenski, quien asumió este lunes su nuevo cargo, se ha puesto manos a la obra desde el primer minuto y ya ha dado muestras de su plan para acabar con la 'casta': acaba de pedir a sus colegas en la Rada (el Parlamento ucraniano) que aprueben la supresión de su escolta, la eliminación de su inmunidad judicial y, lo más importante, la inminente disolución de la Rada para convocar nuevas elecciones parlamentarias.

Zelenski anunció la convocatoria de elecciones parlamentarias -distintas a las presidenciales que le han aupado al poder- al final de su intervención ante los parlamentarios ucranianos, con la que apeló al "sueño común" del país en referencia al proceso de integración en la Unión Europea, al tiempo que realizó un llamamiento a los ciudadanos exiliados desde la crisis política de 2013 a que vuelvan a Ucrania para que su "conocimiento, experiencia y valores mentales" puedan ayudar al país a desarrollarse. Con la radical disolución de la Rada, la idea de Zelenski es renovar la cámara de arriba abajo y acabar con los excesos y privilegios de la clase política ucraniana, tal y como lleva anunciando desde hace meses.

Zelenski se impuso en las últimas elecciones presidenciales en Ucrania, celebradas en abril, con un 73% de los votos, derrotando al expresidente Petro Poroshenko. Nada más conocerse el resultado, anunció que suprimiría los privilegios de inmunidad de los diputados, un tema que ha sido ampliamente discutido durante años: el artículo 80 de la Constitución ucraniana estipula que los parlamentarios "no son legalmente responsables por los resultados de las votaciones o por las declaraciones hechas en el Parlamento [...], con la excepción de la responsabilidad por insulto o difamación". Y añade: "Los Diputados Populares de Ucrania no serán considerados penalmente responsables, detenidos o arrestados sin el consentimiento de la Rada Suprema de Ucrania".

Modificar la Constitución sin tener aún diputados

Ese es el punto de la Constitución que los diputados deben modificar mediante una votación que necesita de dos tercios de apoyos en la cámara para salir adelante. Actualmente, el Parlamento ucraniano no tiene representación del partido de Zelenski, llamado Servidor del Pueblo, ya que fue creado en 2018 por la compañía que produce sus programas, mientras que el Parlamento quedó constituido en 2014. En este sentido, la mayoría de la cámara sigue estando en manos del partido de Poroshenko (con 138 de los 450 escaños) y no parece probable que sus diputados vayan a apoyar esta modificación constitucional. Al menos, de momento: precisamente para agilizar el trámite parlamentario (y conseguir tener representación en la Rada) es por lo que Zelenski ha anunciado la disolución de la cámara.

La cuestión es que el nuevo presidente de Ucrania cuenta con un apoyo masivo entre sus votantes y se espera que su partido, Servidor del Pueblo, consiga superar la barrera del 66,6% de escaños en las próximas parlamentarias (y poder revocar así los privilegios de los diputados), que aún no tienen asignada fecha de celebración. Antes, Zelenski tiene que lograr que su decisión de disolver la Rada también pase el trámite parlamentario: teóricamente, puede proponerlo en la cámara siempre y cuando tenga una causa legal, pero necesita argumentarla ante los demás diputados. En este sentido, además de la evidente desproporción entre los escaños de su partido (0) y los apoyos que ha recibido en las presidenciales (más de un 73%), Zelenski apelará a la necesidad de solucionar los conflictos de Crimea y Donbas para la formación de un nuevo Parlamento.

E, incluso si no lograse el visto bueno de la Rada, Zelenski tiene el poder de convocar nuevas elecciones al Parlamento de manera unilateral: dado que no hay un Gobierno de coalición, está dentro de las atribuciones del presidente la capacidad de disolver el Parlamento. Por eso, se da por hecho que las próximas elecciones se celebrarán este verano, a pesar de que estaban previstas para el próximo mes de octubre. Antes de esos comicios, el nuevo presidente ya ha anunciado su intención de luchar por recuperar los "territorios perdidos", en referencia a las regiones de Crimea y Donestk: "Es cierto, no comenzamos esta guerra, pero depende de nosotros terminarla". De momento,  Vladimir Putin ha evitado felicitar por su victoria a Zelenski, que fue elegido como antítesis de la vieja clase política, pero que parece dispuesto a iniciar una nueva ofensiva contra Rusia, como lleva sucediendo desde hace lustros en Ucrania.

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