Zimbabue se pone al día con Facebook

  • La red social pone en contacto a amigos en la distancia y permite salvar las restricciones a la libertad de expresión.
Dos estudiantes utilizan Facebook
Dos estudiantes utilizan Facebook
lainformacion.com
Zimbabwe Correspondent- Global Post
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¿Qué hacen las personas de Zimbabue si las líneas telefónicas se caen, la red de teléfonos móviles no es fiable y los periódicos son relativamente caros? Acudir a Facebook, por supuesto.

Miles de zimbabuenses buscan un mayor contacto personal con amigos y familiares a miles de kilómetros de distancia. Frustrados por la negativa de la empresa estatal de telefonía analógica Tel*One de conectarles con las tres redes de telefonía móvil que hay en el país debido a un problema de pagos, los ciudadanos de Zimbabue están convirtiendo a Facebook en su medio de comunicación preferido.

Partiendo del hecho de que su población total es de 12 millones de personas y hay unos 3 millones de zimbabuenses viviendo en el extranjero, resulta lógico que la red social se esté utilizando para salvar fronteras.

"Me ha reconectado con zimbabuenses en la diáspora que no hubiese podido contactar de otro modo", asegura Colbert Mpofu, de 42 años y director de una escuela a las afueras de Harare. "Ha sido lo más grande para mí, utilizarlo como una herramienta de reencuentro".

Facebook sirve para un doble propósito en Zimbabue. Por un lado la red social sirve a sus usuarios para estar en contacto con la comunidad dispersa; por otro lado permite a los zimbabuenses, que soportan unas fuertes restricciones a los medios, expresar sus puntos de vista, opiniones e información.

Actualmente los "muros" de Facebook están repletos de quejas sobre la decisión del ayuntamiento de Harare de gastar 153.000 dólares en un Mercedes Benz para el alcalde, cuando la ciudad necesita invertir urgentemente en un nuevo sistema de canalización del agua. Por otra parte, una organización de granjeros ha publicado los números de teléfono de oficiales de policía veteranos que pueden ser contactados en caso de que algún agente intente cobrar "multas en el acto" en controles de carretera.

Dejando aparte los estallidos de indignación, la red social aporta una herramienta útil para alertar sobre los cumpleaños de amigos y familiares y para compartir fotografías de las vacaciones.

Los hoteles se aprovechan del servicio

Impi Terblanche, de 52 años, criado en una granja confiscada durante la invasión de tierras del presidente Robert Mugabe, es propietario de un hostal en Harare. Facebook le permite estar en contacto con los clientes, pero especialmente con sus familiares y amigos. "El 80 por ciento de mis amigos viven ahora fuera de Zimbabue", asegura. "Facebook me permite compartir con ellos noticias y fotos".

Los zimbabuenses se han politizado mucho durante los últimos 10 años, y quienes están en el extranjero siguen con vivo interés el movimiento de reforma en su tierra. Una ex estrella de la radio de Zimbabue, Noreen Welch, distribuye noticias desde su casa en Nueva Zelanda, siguiendo la pista a informaciones de agencias y haciéndoselas llegar a cientos de personas conectadas a ella a través de Facebook.

Sin embargo, hay algunos peligros. Al igual que muchas otras personas en todo el mundo, los zimbabuenses encuentran que Facebook puede ser adictivo. "Abrir Facebook es lo primero que hacen muchas personas cuando se levantan por la mañana", asegura Terblanche. Él asegura que ha "cortado seriamente" sus accesos a la red, y ahora solo lo hace después de medianoche y nunca más de una hora.

"Es una forma muy fácil para estar en contacto con todos los colegas en este mundo ajetreado en el que vivimos, sin tener que estar invitándolos a todos a casa", reconoce Graeme Pattinson, un hombre de negocios de 42 años de Harare. Pattinson, que viaja a Johannesburgo cada par de semanas utiliza Facebook para actualizar a diario su activa vida social. Le gusta ir contando en píldoras a sus amigos lo qué está haciendo.

"Nos deja decirles a los que están lejos que pensamos en ellos y que todavía son parte de nuestras vidas", asegura antes de echar una ojeada para ver qué ha pasado desde que miró su perfil por última vez, hace 30 minutos.

 

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