La píldora económica

Crecemos al 5,2% pero no llegamos al nivel precovid... ¿Estamos bien o mal?

Pedro Sánchez y Nadia Calviño
Crecemos al 5,2% pero no llegamos al nivel precovid... ¿Estamos bien o mal?
Europa Press

Uno de los temas más explicados, comentados y debatidos en medios económicos y políticos es el del crecimiento económico en España versus sus países vecinos. Existen dos visiones o narrativas de lo que es la situación actual. Una que afirma que la economía española está creciendo más que sus socios europeos, genera mucho empleo y tiene la inflación más baja que en el resto de Europa. En consecuencia “vamos bien” y "el Gobierno lo hace bien y tiene éxitos en el frente económico”. La otra narrativa o visión es que seguimos sin recuperar el nivel de renta que teníamos en diciembre de 2019 antes de la pandemia, y si ahora crecemos más es porque el sector exportador recortó márgenes y permitió tener crecimiento positivo en el primer trimestre, pero "el Gobierno es culpable de que no estemos donde ya deberíamos estar". Una versión más agresiva de esta narrativa es que desde que se nombró nueva presidenta en el INE, todas las cifras de los dos primeros trimestres se han revisado al alza, hasta el punto de que aunque en el segundo semestre del año prácticamente no crezcamos, el Gobierno puede decir que creceremos en 2022 más de un 5%.

Yo creo que los datos apuntan a que la situación comparativa es mala, porque seguimos sin alcanzar la renta o el PIB de diciembre de 2019, mientras que los grandes países de la zona euro ya lo han hecho. Tampoco vale decir que el shock de la pandemia afectó más a la economía española, porque la guerra en Ucrania nos afectó menos y los efectos económicos de la pandemia están más alejados en el tiempo.

Entonces ¿por qué no hemos alcanzado los niveles precrisis como en otros países europeos? Una gran parte de la explicación es que los ingresos tributarios en España han subido más que en ningún país europeo, por la inflación, el mayor crecimiento y las decisiones de incremento de impuestos, mientras que los aumentos de gastos y las políticas de apoyo no han podido compensar esa “voracidad recaudatoria”, con lo cual seremos el país que menos aumente el déficit fiscal como porcentaje del PIB en la Eurozona en 2022 respecto a 2019, y es hasta posible que aumente menos de lo que espera el consenso. De hecho hasta octubre, evolución del déficit fiscal como porcentaje del PIB es similar a la de 2019.

Para elegir la narrativa con la que identifcarse más, hay que ver los datos: si hacemos la renta bruta disponible de las familias igual a 100 en diciembre de 2019, y comparamos con la situación en el tercer trimestre de 2022, vemos que alcanza un 113 en Alemania, 111 en Francia, 108 en Italia y solo 102 en España. La excepción ibérica es clara también en el nivel de consumo real (corregido de inflación). En el tercer trimestre fue de 95 en España, frente a 100 en todos los países antes mencionados. Con datos de consumo nominal la situación es similar.

La explicación es en gran medida tributaria. España es el único país cuya recaudación tributaria ha crecido un 17% hasta noviembre y en gran parte se debe a la progresividad del IRPF y la no deflactación de los tipos impositivos. Basta un dato, los ingresos por IRPF crecen el 16,3% hasta noviembre frente al 7,4% en igual periodo de 2021, y desde luego, las subidas salariales y de empleo no fueron tan dispares en ambos años. Algo similar se podría decir de las cotizaciones a la Seguridad Social. El resultado comparativo con otros países es una menor subida de las rentas brutas disponibles de las familias y, a igualdad de ahorro, una menor subida del consumo.

Cuando se observan las previsiones para fin de año de ingresos fiscales sobre el PIB nominal, llama la atención que el mayor aumento tendrá lugar en España. Un aumento de al menos cinco puntos para alcanzar, - al menos- el 47,5% del PIB y, dada la marcha de los gastos, será el país con una mejor evolución del déficit como porcentaje del PIB.

En conclusión, si nos comparamos con los países vecinos, estamos haciendo un ajuste fiscal del que no se habla y que se explica por los aumentos impositivos. Y el ajuste está teniendo lugar en las familias, no es mayor por el buen comportamiento del sector exterior. Como crecemos, no es tan doloroso, pero puede llegar a serlo, ¿o no?. La contestación está en la narrativa que prefieran.

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