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Elecciones en Andalucía | A Pedro Sánchez le huele el culo a pólvora

Juanma Moreno ha desbancado a la presidenta de la Comunidad de Madrid como ‘winner’ popular, coronándose como el ‘nuevo Díaz Ayuso’, que no necesitará a Vox para gobernar.

El presidente de la Junta de Andalucía y candidato del PP de Andalucía a la reelección, Juanma Moreno.
Elecciones en Andalucía | A Pedro Sánchez le huele el culo a pólvora.
Europa Press

Las Elecciones en Andalucía de este domingo van a marcar un antes y un después en la política nacional española. El triunfo de Juanma Moreno era un hecho anunciado en las barras de los bares, vaticinado por la demoscopia y ha sido corroborado finalmente en las urnas a golpe de apisonadora con una mayoría absoluta inédita en la España multipartidista que se zampó al bipartidismo. Ni el CIS de José Félix Tezanos había osado en esta ocasión jugar al despiste, habida cuenta de que la derrota del PSOE era un chascarrillo que corría de boca en boca esquivando 'la calor' de un junio de auténtico fuego.

Arrasó el PP en las elecciones andaluzas y al candidato del PSOE, Juan Espadas, le pintaron bastos, como en el tute. Nada de lo que sorprenderse, ya que viene a reflejar el desgaste progresivo de Pedro Sánchez como gobernante y también el justiprecio que Ferraz ha tenido que pagar por defenestrar una corriente del partido y aplastar en plaza pública a su líder (Susana Díaz)… Y esto lo ha hecho Sánchez solito, del mismo modo que decapitó en su día al tomasismo (Tomás Gómez) en Madrid o pateó en la barriga a la militancia palentina crucificando al jurista castellano y leonés Julio Villarubia. Solo son dos ejemplos de borrar a los que se mueven en la foto, aunque ello te conduzca al abismo.

En todos los sitios cuecen habas y algo, o mucho, sabe del asunto un señor que se llama Pablo Casado, que no hace tanto -aunque parezca un siglo- trató de quemar en la hoguera, como se hacía con las brujas, a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y acabó calcinado en su propio 'fuego amigo': el que a hierro mata, a hierro muere, sentencia el dicho, y Casado ha tenido su ración de tizona.

Sánchez arrastra un manto de soberbia y tropiezos que muchos votantes del PSOE no le perdonan ni le perdonarán nunca

En Andalucía, el PSOE es ya un espejismo de aquella avalancha imparable (parecía) iniciada con el estado de las autonomías y aún antes por Rafael Escuredo y continuada por José (Pepote) Rodríguez de la Borbolla, Manuel Chaves, José Antonio Griñán (los dos exministros socialistas, bajo la lupa judicial) y la ya mencionada Susana Díaz, último eslabón con el sevillano Palacio de San Telmo, por el momento. Ahora, Sánchez ha de barrer los restos del naufragio en un territorio icónico para el socialismo que el exalcalde Juan Espadas no ha podido defender, dejando patente que los hilos de La Moncloa ayudan pero no son decisivos, menos aún cuando el presidente del Gobierno arrastra desde hace tiempo un pesado manto de soberbia y tropiezos que muchos votantes del PSOE no le perdonan ni le perdonarán nunca… y sé bien por qué lo digo.

Juanma Moreno no es ni mucho menos un Winston Churchill ibérico, pero los números parlamentarios le han sido favorables antaño y, además, estas elecciones se han presentado a su medida: la izquierda de la izquierda, envuelta en una guerra fratricida -un clásico ya de la política hispana que se seguirá repitiendo-, Ciudadanos suplicando 'salvar al soldado Juan Marín' y Vox, con Macarena Olona al frente, dejando claro que ha venido para quedarse en las administraciones públicas aunque por debajo de las expectativas que tenía Santiago Abascal, lo que no deja de ser un fracaso sonado al no ser necesarios sus diputados para formar el Gobierno andaluz. Manos libres para Juanma Moreno en una mayoría absoluta inédita en la España multipartidista.

Con el resultado de los comicios andaluces, Alberto Núñez Feijóo le ha ganado el primer set a Sánchez sin despeinarse y por goleada. El político gallego nunca le agradecerá lo suficiente a Inés Arrimadas que la alternativa naranja esté evaporándose día a día, lo que le ha permitido recuperar votos que se fueron escapando del tufo irrespirable de corrupción que se respiró no hace tanto en el Partido Popular y que se cobró la cabeza de Mariano Rajoy y, con ella, el Gobierno nacional.

Las ideologías están en muerte cerebral: cualquier ciudadano está dispuesto a dar su voto a quien le garantice equilibrio

Ahora, Pedro Sánchez podrá buscar las excusas que considere más oportunas para intentar justificar la derrota aplastante de las urnas en Andalucía: la pasividad del electorado, la escasa movilización social durante la campaña, la participación o el aplatanante calor bajo un sol de justicia que no ha animado a acudir a los colegios electorales.

El presidente del Gobierno ha ido menguando y el sopapo asestado por Juanma Moreno a Juan Espadas le ha estallado en las dos mejillas y el mentón al secretario general socialista, nublando su futuro en el Palacio de La Moncloa. Tanto de lo mismo pueden aplicarse como analgésico la vicepresidenta Yolanda Díaz (y su proyecto para hacerse fuerte en el Congreso de los Diputados) y la cúpula de Podemos encabezada por Ione Belarra, con unos resultados tan pobretones y divisores del voto de la izquierda que no llegan ni al 'salario mínimo electoral'.

Día negro este domingo para el personalista Sánchez y oxígeno puro para Feijóo, que ve por primera vez que desbancar al PSOE del Ejecutivo es posible si es capaz de mantener el impulso que ahora le ha dado Juanma Moreno, que ha desbancado a la presidenta de Madrid como 'winner' popular, coronándose como el 'nuevo Ayuso'. La política es cambiante y tiene ciclos, como la economía, aunque esta última parece que ha tomado rumbo al infierno. Porque no olvidemos que la mayor parte de la población lo que busca y quiere es una estabilidad alejada de los circos y que no le mientan.

Las ideologías están en fase de muerte cerebral, por lo que cualquier ciudadano está dispuesto a otorgar su voto a quien le garantice equilibrio en el empleo, la fiscalidad, las políticas sociales, la intervención exterior e interior, las Administraciones Públicas, la Justicia, la Sanidad, la Educación, la Cultura, la Ciencia, el Medio Ambiente, (todos con mayúsculas), el progreso económico, la actividad empresarial, la ejecución de infraestructuras… Que se aplique el cuento quien quiera papeletas.

Buena semana.

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