OPINION

Todo depende de Paco para armar el sudoku de Castilla y León

Paco Igea, tras conocer los resultados electorales del 26-M. EFE
Paco Igea, tras conocer los resultados electorales del 26-M. EFE

Hay un tipo en Valladolid que se llama Francisco, Paco. En realidad hay muchos con ese nombre. Pero el Paco de esta historia era, hasta hace unas semanas, casi un desconocido y se ha convertido, de la noche a la mañana, en el hombre más deseado de Pucela. El tal Paco tiene dos pretendientes que se lo quieren llevar al huerto. Él se lo piensa, se deja rondar, no da pistas: quien quiera peces que se moje el culo en el Pisuerga. 

Paco es Igea, Paco Igea, un político de Ciudadanos que ha dado su particular campanazo en las elecciones a la presidencia de la Junta de Castilla y León. Igea no ha ganado los comicios ni falta que le hace. Pero se ha convertido con sus 13 diputados en "la llave o la puerta" para acceder al Gobierno regional.

El pasado 26-M el tablero político en el que fuera bastión indiscutible del PP ha cambiado: tras dos décadas de ejecutivos populares -acompañados de una apisonadora de votos- el PSOE ha aventajado a los de Génova. En papeletas y en escaños (35 diputados socialistas frente a 29 populares).

PP y PSOE necesitan el apoyo de los hombres y mujeres de Paco para llevar las riendas del Gobierno, y él tiene la llave de acceso o puede señalar cuál será la puerta que se abra.

Dicen en Castilla y León que Igea preferiría pactar con el socialista Luis Tudanca mejor que con el exalcalde de Salamanca Alfonso Fernández Mañueco, que está en las filas de los de Pablo Casado. Puede que sí, puede que no.

Tumbar al PP en CyL sería un trofeo de incalculable valor político, igual que bloquear a Tudanca torpedearía la línea de flotación de Pedro Sánchez, que sueña con echar al Partido Popular de la Junta por lo que de simbólico tiene.

Paco, Igea, sabe que se ha beneficiado del desgaste del PP en una comunidad en la que Vox no cuenta pese a tener un procurador en Cortes: Abascal, aquí, ni pincha ni corta.

De señalado a pieza clave

Igea, Paco, ha pasado de ser un pseudoapestado por su partido a convertirse en la pieza clave para un golpe de mano. No olvidemos que desde dentro de Ciudadanos a Paco le montaron un presunto pucherazo para apartarle de la candidatura a la Junta. En su lugar, desde la dirección se apostó por la expresidenta de las Cortes e histórica militante del PP Silvia Clemente. El movimiento salió mal y Paco ganó.

Ahora, en el gran tapete político castellano y leonés todo depende de Paco, de Paco Igea. Y en última instancia de Albert Rivera, al que el sorpasso imposible se le está atragantando.

En Ciudadanos ya no se cierran a negociar a un lado u a otro. Puede que en Castilla y León apoyen al PP, o al PSOE, y que en otras plazas o ayuntamientos hagan lo contrario. Lo que digan los Pacos.

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