OPINION

¿Qué pasa cuando son los organismos oficiales los que desinforman?

Metro Madrid
Metro Madrid
Europa Press

Hace un par de semanas nos preguntábamos aquí mismo si es delito difundir bulos por las redes sociales y WhatsApp, refiriéndonos, sobre todo, a los casos en que lo hacen particulares, cuya intención es desestabilizar a la sociedad, meter miedo e, incluso, llegar a producir algún tipo de desórdenes públicos (art. 561 CP).

Pero hoy quería reflexionar sobre los casos en que es una autoridad u organismo público los que difundan, a sabiendas, información falsa (bulos o ‘desinformación’) o los que, ante una información -escrita o gráfica- que no les beneficia, afirman que son noticias falsas (fake news) o imágenes que no se corresponden con la realidad.

Suele decirse que “en una guerra la primera víctima es la verdad” y, en esta guerra que estamos librando todos contra el coronavirus, parece que algunas autoridades y organismos públicos optan por la opacidad, las mentiras o las medias verdades (que es otro modo de mentir), en vez de por la transparencia informativa.

No me voy a referir ahora a si el Gobierno conocía la dimensión de la pandemia, antes de la manifestación del 8 de marzo y aún así permitió que ésta se celebrara, aunque resulta muy sospechoso que el Ministro de Sanidad afirmara que los datos se habían agravado el mismo día al anochecer.

Me voy a referir a un caso muy concreto, que sirve como botón de muestra y como ejemplo de lo que NO debe ser una estrategia de comunicación de un organismo público: la actuación en las redes sociales y el comunicado de prensa del Metro de Madrid, a raíz de las incidencias que se produjeron el pasado lunes, 16 de marzo.

Aglomeraciones puntuales

Recordemos que el lunes era el primer día laborable tras la declaración del estado de alarma y la aplicación del confinamiento de los ciudadanos en sus casas, salvo de aquéllos que no pudieran teletrabajar y tuvieran que desplazarse a sus trabajos. Era la ‘prueba de fuego’ para comprobar la eficacia y la dimensión de las medidas.

Pues bien, sobre las 8:50 am se empezaron a difundir a través de las redes sociales fotografías de algunos vagones y de alguna estación en que se apreciaba una gran concentración de viajeros, provocando los lógicos comentarios de incomprensión por parte de los ciudadanos, al no observarse la prudente distancia de seguridad.

La contestación del Metro de Madrid (a las 11:20 am) fue difundir en esas mismas redes sociales unas fotos del “aspecto general” de andenes y pasillo a las 7:50 am, y este texto: “Metro ha sacado el 100% de los trenes de un día laborable habitual y ha habido en hora punta un 75% menos de viajeros que el lunes pasado”.

Al mismo tiempo, la Comunidad de Madrid envió a los medios un comunicado de prensa en el que decía que “están difundiéndose a través de redes sociales fotografías falsas de Metro de Madrid, donde aparecen aglomeraciones de usuarios esta mañana en estaciones del suburbano. Estas imágenes no se corresponden con la realidad.”

Pero Telemadrid y algunos medios digitales (elespanol.com, elconfidencial.com, elpais.com) recogían las declaraciones del Consejero de Transportes, Movilidad e Infraestructuras de la Comunidad de Madrid, Ángel Garrido, en que reconocía que “en algún momento puntual, estaciones concretas se han podido ver afectadas”.

Transparencia y fiabilidad

La pregunta es: ¿A qué juega la Dirección de Comunicación de Metro de Madrid? ¿Por qué no reconoció que se habían producido aglomeraciones puntuales, como hizo Cercanías de Madrid? Sobre todo, cuando tenía las estadísticas de su parte y, en efecto, el balance general era que había habido un 75% menos de viajeros.

Con lo fácil que hubiera sido explicar, como hizo el Consejero de la Comunidad de Madrid y Presidente del Consejo de Administración de Metro de Madrid, que “estas aglomeraciones han sido por una avería en la estación de Príncipe Pío”, que luego se han extendido a la estación de Méndez Álvaro, conectada con Cercanías.

¿Por qué se dedicaron a difundir fotos de otras horas y lugares de Metro de Madrid, jugando al despiste, y por qué difundieron un comunicado de prensa, con la excusa de que alguna de las fotos difundidas en redes sociales no correspondía a ese día, para insinuar que las noticias y fotos de las aglomeraciones eras falsas?

Es muy preocupante que un organismo público como Metro de Madrid no entienda la importancia de la transparencia. Sobre todo, en un medio de comunicación como son las redes sociales, en las que los bulos y las imágenes falsas sólo se pueden combatir ofreciendo al instante las informaciones exactas e imágenes verdaderas.

La fiabilidad y credibilidad cuesta mucho conseguirla y se pierde en un momento. Si los ciudadanos no se pueden fiar de la información que ofrecen las autoridades y los organismos públicos, porque la ocultan o maquillan según su conveniencia, les estamos condenando a ser ‘carne de cañón’ de los bulos y la desinformación.

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