OPINION

Taxistas y VTC se olvidan de su enemigo real: el coche autónomo

La DGT relanzará el Plan Estratégico del Vehículo para abordar la llegada del coche autónomo y el conectado
La DGT relanzará el Plan Estratégico del Vehículo para abordar la llegada del coche autónomo y el conectado
EUROPA PRESS

Entre tantas noticias importantes en los últimos días (másteres, dimisión de una ministra, diada, etc.) seguramente ha pasado casi desapercibida para muchos lectores una pequeña noticia, en este mismo medio, cuyo titular decía: “La DGT quiere asistentes de velocidad obligatorios para reducir la siniestralidad”.

El texto recogía unas declaraciones del director general de Tráfico, Pere Navarro, que “había mostrado su apoyo al uso de los asistentes de velocidad inteligentes en los vehículos y había expresado su esperanza en que puedan llegar a ser obligatorios para intentar reducir las cifras de criminalidad” (sic) o siniestralidad.

Dichas declaraciones las hizo en el marco de las jornadas "Hacia la seguridad de serie en todos los vehículos", en las que se habló del asistente inteligente: "Queremos ponerlo en valor, lo apoyamos al ser una buena práctica y esperamos que se extienda hasta que seamos capaces de hacerlo obligatorio".

Conducción asistida

“El asistente de velocidad inteligente es un sistema que lee las señales de tráfico y que, una vez activado, ajusta la velocidad a la legal y evita que el vehículo se acerque demasiado al que va delante, llegando incluso a frenar si es necesario”. Es decir, no sólo controla la velocidad, sino también la distancia de seguridad.

“El Consejo Europeo de Seguridad en el Transporte defiende los beneficios del asistente de velocidad inteligente como el sistema para la conducción más eficaz para salvar vidas”. (…) “El uso de este sistema reduciría la siniestralidad grave y muy grave en un 20%, con lo que habría unos 400 muertos menos en un año”.

Luego queda claro que es un “sistema inteligente” de asistencia a la conducción, que no sólo controla la velocidad y la distancia de seguridad, sino que puede supervisar otros elementos y circunstancias del vehículo y de la circulación. Evita accidentes, sin duda, pero es que impide, incluso, que se cometan infracciones.

¿Te gusta(ba) conducir?

Este anuncio abre oficialmente el debate, al que ya me he referido alguna vez, sobre el sentido de las normas, de las infracciones y de las sanciones y de cómo el Código Informático va a sustituir poco a poco y en muchos sectores al Código Jurídico (Code is the new Law o “el Código fuente como fuente del Derecho”).

Cuando se instalen ‘de serie’ en todos los vehículos estos ‘sistemas inteligentes’ de asistencia a la conducción y su uso sea obligatorio, no tendremos siquiera la posibilidad de infringir las normas de circulación, porque estarán en el propio software; luego no será necesaria la existencia de un Código de la Circulación.

Obviamente la implantación será progresiva y paulatina. Primero será voluntaria su instalación y su uso. Luego se llegará a acuerdos (con los fabricantes), para que su instalación sea obligatoria, ‘de serie’, en todos los vehículos. Y finalmente, con datos de (menor) siniestralidad en la mano, se impondrá su uso obligatorio.

El libre albedrío se pagará muy caro

Habrá gente que se niegue a instalarlo y/o usarlo y se abrirá en el Parlamento un debate sobre el ‘libre albedrío’. Y seguramente, como medida transitoria, se permitirá instalarlo pero no usarlo a quien no quiera. Eso sí, en vez de impedir infringir las normas, el sistema se chivará de todas las infracciones que cometa.

Ya hay tecnología disponible para controlar todo lo que haga un vehículo, con un simple sensor ‘de serie’ en el coche y otros sensores en la vía que interactúen o ‘hablen’ con aquél (internet de las cosas), sin mencionar el geoposicionamiento, que permite controlar la velocidad y las infracciones en cada tramo de carretera.

Incluso hay tecnología disponible para habilitar un sistema inteligente que cobre las multas automática e inmediatamente en la cuenta corriente del conductor y quite los puntos correspondientes. Los pocos insumisos al asistente inteligente para la conducción acabarían claudicando, al quedarse sin dinero y sin puntos.

¿Ciencia Ficción?

Alguno estará pensando que estoy haciendo Ciencia Ficción. O puede que no, pero que eso no sucederá hasta dentro de muchos años. Siento darle una mala noticia: ya está pasando. Ya empiezan a instalarse asistentes para la conducción cada vez más inteligentes y poco a poco irá aumentando su nivel de autonomía.

Esta misma semana un fabricante ha desvelado su prototipo de coche autónomo y ha explicado sus planes a partir de 2020, cuando empiece a extenderse el Nivel 4 de conducción autónoma, hasta que se dé el salto tecnológico hasta la máxima autonomía de Nivel 5, en la que ya no será necesaria la figura del conductor.

Por cierto, mientras los taxistas andan peleándose con las empresas de VTC por unas licencias más o menos, no se dan cuenta de que su verdadera competencia son los coches autónomos (o ‘robotaxis’). ¿Será una estrategia de Uber tener un pie puesto en los VTC y otro en el desarrollo de los coches autónomos?

Mostrar comentarios