Diez años del estreno de la mítica serie 'Los Serrano'

La ficción fue una versión actualizada de la fórmula de éxito de 'Médico de Familia' y duró ocho temporadas en emisión.

Ya lo dijo Antonio Resines al ser preguntado por los cuatro millones de espectadores del estreno de Los Serrano: “Yo pensé que íbamos a tener más audiencia porque la serie está muy bien”, respondió. Y tenía razón.

Hoy se cumplen 10 años de aquel memorable estreno de Los Serrano. ¡Sólo diez! Y es que, a veces, hay productos televisivos que envejecen más rápido que nosotros mismos. Pero no fue hasta el 22 de abril de 2003 cuando arrancó esta ficción de Globomedia, que intentaba readaptar la fórmula Médico de Familia al nuevo milenio. Lo consiguieron.

Sus primeras temporadas fueron puro disfrute televisivo gracias a unas espontáneas y calculadas tramas en las que era difícil caer en la tentación del zapping. La historia de esta familia, que nos demostró que el inceso entre hermanastros era posible en prime time, se convirtió, rápidamente, en uno de los programas más vistos de Telecinco. Incluso fue el espacio con más espectadores del año 2004.

Poco a poco, las tramas tragicómicas de este surrealista clan, compuesto a partir de la unión entre un viudo, Diego Serrano (Antonio Resines), y Lucía (Belén Rueda), divorciada con dos hijas, se transformaron en un culebrón perfecto e infalible. De hecho, para minimizar a la competencia, Telecinco utilizaba esta ficción como arma arrojadiza. De ahí surgió el término “serranazo” que mató series como Paco y Veva o Lex.

En total, fueron 8 temporadas (en cinco años) y la serie fue adaptada en países como Finlandia, Francia, Italia, Turquía, Grecia o Portugal. Otros como Rusia, Rumanía, Bosnia o México emitieron nuestra versión doblada. Así, exportamos las canciones del entrañable Fran Perea o enseñamos cómo amedrentar a un hijo con una escobilla del retrete. Método Resines.

Aunque, al final, Los Serrano terminaron agónicos. Y todo acabó siendo un sueño: Diego despertó en la cama rebobinando al primer capítulo, la mañana después a su boda. ¡8 temporadas soñadas! ¡Nada había sido real! Una despedida polémica para zanjar las últimas etapas de la serie, estiradas hasta deformar el guion sin sentido. Como sin sentido también fueron los últimos minutos de la ficción: con el pequeño de la saga, Curro, aparentando tener cinco años menos metido dentro de un pijama preescolar cuando, en realidad, derrochaba una perversa explosión de pubertad. Por no hablar de su hermana Teté... Al menos, gracias a este insostenible colofón, los guionistas lograron resucitar a Lucía, que habían asesinado el mismo día que Belén Rueda decidió dejar la producción. Todo sea por los finales felices… y sonámbulos.

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