OPINION

6 casos que demuestran que en la televisión ya nunca es verano

Las gemelas de Sweet Valley
Las gemelas de Sweet Valley

La televisión ha perdido personalidad en verano. Los nuevos tiempos han mermado la posibilidad creativa de 'vacación' en los responsables de la televisión. Lo demuestra siete factores que han cambiado y que van directos a la nostalgia de aquella pequeña gran pantalla con la que crecimos.

1. En la televisión ya nunca es verano porque ya no existen programas al borde del mar. TVE ya no manda a Anne Igartiburu a decir Hola Corazones desde una terraza frente a una calurosa playa.  Del plató no se sale. 

2. En la televisión ya nunca es verano porque ya no existen galas de variedades con fuentes, chorros y cascadas. Las cadenas no se escapan a Baleares para dar envidia "Desde Palma con Amor" (Telecinco). Tampoco José Luis Moreno se va a cantar "Viva el verano"(Antena 3) con Paulina Rubio (y su ventilador) desde un escenario instalado en una recién estrenada Terra Mítica. Un parque temático que había que promocionar como fuera.

3. En la televisión ya nunca es verano porque nadie suprime los magacines matinales para ceder esa franja a adolescentes deseosos de ver series de cualité como Las gemelas de Sweet Valley, California Dreams, Los Rompecorazones o Una chica explosiva.

4. En la televisión ya nunca es verano porque ya los programas infantiles no se van al aquapark para crear versiones más refrescantes de sus juegos. Porque, directamente, las grandes cadenas generalistas ya no cuentan programas infantiles estables en su parrilla.

5. En la televisión ya nunca es verano porque nadie repone Verano Azul. Ni siquiera se rescata a Los Vigilantes de la Playa con esos socorristas corriendo lentamente hacia el objetivo de la cámara con la favorecedora luz del atardecer. 

6. En la televisión ya nunca es verano porque Ramón García ya no presenta a la vaquilla "Gerarda, la vaquilla que más farda". Ya no hay platós con piscina, todo sigue igual porque la televisión ha decidido no parar por vacaciones.

Las cadenas son más conservadoras, cualquier cambio grande en la parrilla lo ven como un riesgo económico. Mejor no cambiar, para que todo siga igual. El problema está en que en la televisión, como en la vida, a veces, es importante romper con la rutina para volver con más fuerza. 

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