OPINION

El 'procés' que está terminando con 'Mujeres y hombres y viceversa'

Mujeres y hombres y viceversa
Mujeres y hombres y viceversa
Mujeres y hombres y viceversa
Los 'Mujeres y hombres y viceversa' en plenos dimes y diretes.

El vaivén informativo del intento de procés de independencia catalán está teniendo sus efectos colaterales en la programación televisiva. Uno de los grandes afectados es Mujeres y hombres y viceversa, que está sufriendo una crisis de audiencia por los buenos resultados del nuevo horario de Espejo Público en Antena 3 y la fuerza de Al Rojo Vivo en La Sexta.

De hecho, el programa de Ferreras está doblando en audiencia a los dimes y diretes de los tronistas de Mujeres y hombres y viceversa. Este jueves, por ejemplo, el carrusel informativo de La Sexta alcanzó un 19.1 por ciento de share y 1.207.000 espectadores, mientras que el espacio de buscar pareja se quedó en un pobre 8.7 por ciento de cuota de pantalla y 591.000 fieles. No aprobó en audiencias.

También sucedió un hecho parecido el martes, cuando Al rojo vivo se alzó con un 20.3 por ciento de cuota y 1.307.000 espectadores, dejando tocado y hundido al show de Emma García con un fatal 7.8 por ciento de share y 545.000 fieles. Un dato sintomático pues, a diferencia de Antena 3, La Sexta no compite en audiencias con Telecinco, es un canal de dimensiones más pequeñas que, en cambio, ha sabido convertirse en referencia de información trepidante en vivo y en directo. Lo que sufre especialmente los canales de Mediaset en tiempos de alto interés informativo del tema catalán, ya que las cadenas dirigidas por Paolo Vasile, Telecinco y Cuatro, han optado por un nivel bajo en el procés

Aparentemente las retransmisiones informativas y Mujeres y hombres y viceversa no comparten público objetivo, pero este tipo de emisiones pegadas a la actualidad han incorporado unas narrativas televisivas que sí enganchan a un espectro mayor de público.

Y el procés está siendo la puntilla para evidenciar el desgaste del repetitivo Mujeres y hombres y viceversa. Un show que llegó desde Italia a Telecinco en 2008 y que se ha mantenido con éxito en la programación a pesar de la controversia social que ha generado.

Los controvertidos valores sociales que refleja 'MYHYV'

Al fina, Mujeres y hombres y viceversa reduce el amor a su vertiente más superficial. Lo hace minimizando los cánones de belleza a un único perfil con moreno de rayo UVA. En este formato, los chicos son todos musculosos y las chicas, recauchutadas, parecen clónicas. 

Los protagonistas del espacio muestran un universo regido por el sexismo rancio donde sólo parecen existir gimnasios y discotecas. No “mola” salirse de ese “estilo de vida”. Y donde su presentadora, Emma García, se atreve a decir que allí "no son ni machistas ni feministas". Como si fueran dos términos comparables... Así se corre el peligro de que una parte del público interiorice como referentes unas dinámicas tan simplistas, en donde todos están cortados por un monotemático patrón, con ropa bien apretada en busca de un amor exprés en el que no se fomenta la imaginación o la creatividad y sólo se propicia la cita básica, de usar y tirar.

Telecinco no está para educar, aunque si debería tener cierta responsabilidad social y Mujeres y hombres y viceversa ganaría mucho mostrando realidades más diversas, enriquecedoras e identificables de la sociedad. Pero no lo ha hecho y, paradójicamente, ha sido la información lo que ha deteriorado su trono en Telecinco. Un formato con una fórmula agotada que, con estos resultados, tendrá los días contados si Mediaset quiere poner remedio a una franja en donde Susanna Griso está tomando la delantera a Ana Rosa Quintana.

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