OPINION

Albert, de revelación de 'MasterChef Junior', a hacer méritos para quitar el puesto a Caprile

Albert en Maestros de la costura
Albert en Maestros de la costura

"Es una indignación, me han tenido que poner unos impermiables... bueno, unos imperdibles porque no me habéis puesto botones", dice indignado Albert de 'MasterChef Junior' vestido por unos concursantes en apuros de 'Maestros de la Costura'.

No ha salido nada bien el reto de los participantes y, casualmente, la prenda que peor ha quedado debía ser probada por uno de los aspirantes más peculiares de 'MasterChef Junior'. Sí, Albert, el mismo niño que dijo aquello de "me quiero quedar tres semanas exactas, ni más ni menos. Porque, bueno, también a veces aburre 'MasterChef".

MEZCLA DE UNIVERSOS

Retroalimentación de programas

'MasterChef' y 'Maestros de la Costura' no sólo comparten cadena, también son programas de misma productora. Se nota, pues su mecánica y tono es similar. Se cambian fogones por máquinas de coser. Así se divulga la moda desde un entretenimiento testado en el universo gastronómico. Pero este formato no es suficiente y el programa sabe incorporar acciones especiales para hacer más atractivas unas pruebas con más dificultad de identificación por parte del espectador. Porque todos hemos cocinado alguna vez, pero no todos hemos confeccionado un vestido. Para aligerar, 'Maestros de la Costura' entremezcla hábitats con soltura. Hasta incorporando cameos de aspirantes de anteriores ediciones de 'MasterChef'. Albert no podía faltar. Todavía tiene mucho que dar a la tele... y quizá a la moda, a este paso.

Bendito desparpajo de la ingenuidad infantil entre fogones e incluso desfilando con una ropa sin rematar. O también como experto en moda. Porque Albert sabe que ha venido a jugar y dictamina su propio veredicto ante tal desaguisado: "Las mangas medio hacer, el pantalón tela equivocada, muy gruesa, picantísima... ¡como una guindilla!".

Así que, claro, la buena de Raquel Sánchez Silva, presentadora del talent show de modistas, no duda en retirar al propio Caprille del formato de TVE y Shine Iberia: "Lorenzo, puedes marcharte de 'Maestro de las Costura', ya tenemos a Albert". Es una ironía, por supuesto. 

Pero es que Albert tiene un carisma que pocas veces se encuentra en un casting de pequeños chefs. No sólo es hábil entre fogones, también cuenta con una guasa que prácticamente entiende como un adulto las necesidades de un show televisivo. Le echa desparpajo con arte, hasta para recalcar que la tela no es la mejor para ese pantalón. La tela es muy gruesa. Y pica.

Él no tiene ni idea de telas. Lo habrá escuchado por la grabación, pero hace suya la debilidad y la comenta con ese magnético desparpajo de la osadía infantil. Qué pena que con los años se vaya esfumando esa espontaneidad sin demasiadas autocensuras para ganar otros complejos. A no ser que seas Caprile que, en cierto sentido, tiene puntos de Albert en grande. Porque, a veces, sólo a veces, las ganas de ser un poco trasto, constructivo y práctico, pero un poco trasto, no se desvanecen con la edad.  

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