Así despidió Glee a Cory Monteith, ¿emotivo homenaje o morbo fácil?

Glee arrancó su quinta temporada con dos capítulos especiales dedicados a las canciones de Los Beatles, que obtuvieron regulares datos de audiencia. Pero el pasado jueves llegó un episodio que no era uno más: The quarterback, que fue visto por 7,400.000 espectadores, la mayor audiencia para la serie desde septiembre del año pasado.

El interés de este capítulo radica en que se aborda la muerte del personaje de Finn Hudson, interpretado por Cory Monteith, quien falleció por sobredosis en julio. Y el resultado de The quarterback ha sido ciertamente extraño, constituyendo una rara mezcla entre drama extremo y el habitual tono humorístico y jocoso de la serie.

Tras verlo, surgen preguntas: ¿era The quarterback un episodio necesario? ¿Ha sido una jugada un tanto morbosa por parte de Fox para intentar levantar la alicaída audiencia de una serie que no ha sobrevivido bien al desgaste del paso del tiempo y a las nuevas incorporaciones en su reparto?

A los pocos días del fallecimiento de Monteith, el ideólogo de Glee, Ryan Murphy, anunció que su personaje en la serie también moriría en un capítulo muy especial. Así, en The quarterback hemos asistido a una delicada y desconcertante colisión entre ficción y realidad plagada de lágrimas y de confusas intenciones. ¿Lloraban los actores o lloraban los personajes? ¿Lloraban por Cory o por Finn?

Al final, ha sido como ver un duelo televisado en el que se ha permitido que el espectador contemple el dolor de los amigos del actor y especialmente el de su novia en la ficción y en la vida real, Lea Michele. ¿Y si simplemente hubieran hecho que el personaje de Finn se fuera de viaje y se hubiera continuado con las tramas de manera normal?

Sea como fuere, tras este buen dato en circunstancias tan particulares, veremos cómo evoluciona la audiencia de esta quinta temporada de Glee sin Monteith.

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