Así fue el final de ‘Buenafuente’

Terminó el jueves 30 de junio. Terminó una jornada sólo apta para espectadores suicidas: despedida de los profesionales de la redacción de La Mañana de La 1, cierre de España Directo, adiós de El Hormiguero de Cuatro y bajada del telón de Buenafuente.

Una sobredosis de despidos en nuestras cadenas que, sobre todo, nos deja huérfanos del último late night que existía en las televisiones nacionales.

Buenafuente ha acabado con un programa lleno de refritos de mejores momentos, mucha crítica de la tele actual (y de la que viene) a través de una parodia de la película Regreso al futuro y un recopilatorio agónico de imágenes de todo el equipo.

En definitiva, el adiós del programa no ha sorprendido. Nada nuevo. Emoción previsible. Lo mejor del cierre de Buenafuente han sido las dos últimas visitas al plató: la propia madre del cómico, que le recomendó que “a partir de ahora hiciera un programa de baile”, y el reencuentro con La niña de Shrek (interpretada por la gran Silvia Abril, pareja real de Buenafuente) que, por fin, cerró una trama comenzada en Antena 3 dando un pornográfico beso en la boca al comunicador. ¡Gran momento!

Probablemente, esa imagen, la del beso, tenía que haber sido el final. El gran colofón para acabar en alto el show. Fue el instante con mayor espíritu de la televisión. Pero, después, Buenafuente reflexionó durante un rato más. “La comedia es el mejor trabajo del mundo. En estos tiempos cabrones de cambio, nos hemos dado cuenta de la importancia de la ironía y de la parodia. O te ríes o este mundo acaba con tu paciencia”, sentenció el presentador, que luego se giró y se marchó por la puerta por la que tantas veces entró al plató. Eso sí, antes de cruzar el telón rojo, bajó un interruptor gigante y apagó la luz. Hay que ahorrar.