OPINION

Así ha contagiado La Sexta el nervio de 'El debat' catalán

El debat, al rojo vivo.
El debat, al rojo vivo.
El debat, al rojo vivo.
El debat, al rojo vivo.

Un debate electoral no es debate electoral si no logra transmitir el nervio de la contienda política. Un clima que La Sexta ha conseguido contagiar a su audiencia con su debate entre los principales candidatos a las elecciones catalanas del próximo jueves 21 de diciembre.

Complicado enfrentamiento, al contar con los argumentos y egos de siete candidatos. Pero La Sexta ha aprobado con buena nota como televisión organizadora del evento. Para empezar, la cadena verde ha logrado realizar un programa previo que ha servido para calentar motores (y audímetros). Lo ha conseguido rompiendo unos cuantos corsés de las tuberías de la política y las tertulias oficiales.

La Sexta ha mostrado la trastienda del plató. Y ahí se ha iniciado el programa especial, en la sala donde esperan los líderes con sus asesores. Una cámara móvil (steadycam) ha ido revelando los preparativos de los protagonistas de la noche. Se trata de una poderosa estampa, ya que  retrata la intensidad de los minutos que preceden al programa en sí

Sala previa el debat
La antesala del debate. Cada candidato con sus asesores. En el centro, el catering.

Incluso este previo, presentado por Antonio García Ferreras -principal rostro informativo de la cadena- con los comentarios del experto en estrategia política y televisión José Miguel Contreras, ha mostrado la mesa central con el catering. Bien de comida en el plano general. Con zumitos y todo. De hecho, Albiol, candidato del PP, no ha tenido problema en coger uno de los sabrosos canapés delante de cámara. Hay que alimentarse bien antes del combate sin reprimirse.

Un preámbulo que muestra bambalinas y, también, favorece el contagio de la tensión del lugar en el ojo del espectador. Con los candidatos moviéndose de un lado al otro de la sala de espera, con los candidatos hablando con sus expertos asesores, con Ferreras con su ya tradicional música épica de fondo, con Albiol cogiendo el aperitivo.

Pero, además, cuando ya entran los políticos en el plató y ocupan sus posiciones, La Sexta innova mostrando lo que hasta ahora los políticos no permitían que se grabara: la audiencia ve, en vivo y en directo, como a los candidatos se les coloca el micrófono y se retoca su maquillaje. Es más, Iceta, del PSOE, ha aguantado un buen encuadre mientras la maquilladora borraba con frenesí los brillos de su rostro.

Previo El Debat
La Sexta ha mostrado la forma en la que se han preparado los líderes.

La tele y la política por dentro. La tele-realidad también es esto. El votante ha tenido acceso al antes del debate. Así la cadena ha ido preparando a la audiencia de cara a la emisión real de El Debat, que ha comenzado con Ana Pastor explicando las reglas y recalcando que en este formato es el periodista quien hace las preguntas y re-preguntas. Atresmedia, como compañía privada, opta por un debate vivo, más interesante para un prime time generalista, ya que no se ciñe a previsibles temáticas cerradas como en los tradicionales 'cara a cara' de las elecciones generales. Estos 'cara a cara' frenan la improvisación y facilitan los monólogos preparados de antemano por los candidatos.

Carles Mundó (ERC), Josep Rull (JxCat), Miquel Iceta (PSC), Xavier G. Albiol (PPC), Xavi Domenech (CeC) y Vidal Aragonés (CUP) e Inés Arrimadas (C’s) han sido los representantes que han acudido a este debate, en el que Arrimadas ha sufrido un incómodo ataque de tos que hizo que desapareciera en los primeros minutos.

Así ha empezado el diálogo de argumentos y titulares electorales. No obstante, La Sexta debía haber rotulado con más constancia los nombres y partido al que representan de cada candidato, ya que no todos son tan conocidos como parece para la audiencia generalista del resto de España.

Ana Pastor en 'El Debat'
Y arrancó El debat. Un luminoso desencuadrado plano de Ana Pastor, moderadora, ha abierto el programa oficial.

Han faltado en pantalla rótulos ubicando al candidato. Probablemente para guardar el equilibrio y que nadie tuviera más presencia que otro en pantalla. Ya se sabe, cada detalle puede levantar suspicacias... 

Pero La Sexta ha conseguido de nuevo su propósito de hacer interesante y televisivo un debate electoral en un momento de incertidumbre en el que el público sufre cierta decepción y hartazgo de los vaivenes de la política que ha dejado el procés. Por fortuna, la moderadora, Ana Pastor, ha intentado poner el foco en temas más específicos de los programas electorales para sacar a los representantes de sus estudiadas proclamas básicas. Lo ha logrado, aunque sea sólo un poquito. Era misión imposible.

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