ANÁLISIS

Así Telecinco arrasa con Kiko Rivera y la sombra de Isabel Pantoja

'Sálvame' construye bien la liturgia televisiva para otorgar un objetivo narrativo que retenga mejor la atención del espectador. Así este 'Domingo Deluxe' colocó estratégicamente en plató un elemento disruptivo

Kiko Rivera y el teléfono rojo.
Kiko Rivera y el teléfono rojo.
Mediaset

Antena 3 va ganando en la batalla por el liderazgo mensual a Telecinco. La media de cuota de pantalla va cada vez más ajustada entre ambas cadenas (13,5 por ciento frente a 13,3 por ciento) y, este domingo, Mediaset se ha sacado de la manga una arma arrojadiza perfecta para frenar el éxito dominical del culebrón turco 'Mi hija': un 'Deluxe' con Kiko Rivera. De nuevo, un hijo haciendo picadillo a su madre tonadillera previo pago de su importe. El morbo nacional estaba servido y los escrúpulos perdidos. Empezando por el protagonista de la historia, claro. Todo por la pasta. 

No es nada nuevo. Este enjuiciamiento público ya se vio repetidamente hace semanas. Rivera no tenía realmente nada nuevo que aportar, pero rascó donde pudo para rellenar un prime time con supuestos trapos sucios familiares en los que, en realidad, sólo se intuía una especie de peliaguda mezcla de rencor y avaricia. El problema es que la televisión cada vez necesitará ir más allá, y habrá un momento en el que no se podrá escarbar más. Entonces, probablemente, se construirá una reconciliación familiar. Como buen reality show. Porque los devenires de Los Pantoja se han transformado en el reality más rentable de Mediaset. A falta de 'Gran Hermano'. De hecho, sus personajes alimentan todos los realities convencionales de la cadena como cebo para hacer sus tramas más interesantes en vista de que ahora se cree que la tele-realidad no funciona sin personajes famosos, pues el público no tiene paciencia para conocerlos. Eso dicen, pero no es cierto.

En esa impaciencia en la que la televisión basa su éxito en que todo sea reconocible y testado en tiempos de incertidumbre en el que se minimiza el riesgo, Telecinco tira una y otra vez de Isabel Pantoja. Primero la encumbra, luego la derriba. O viceversa. Es la matriarca del gran serial nacional. Y ahí no hay telenovela turca que gane, pues Pantoja representa la historia reciente del populismo en nuestro país. De la tauromaquia a los alcaldes con delirios de hortera grandeza. Su vida cuenta con tantos estados del ánimo como la evolución pintoresca de la España folclórica en el último medio siglo.

Y el resultado de la propuesta ha salido muy bien a Telecinco. Como era previsible, la edición dominical del 'Deluxe' arrasó y superó al serial de Antena 3 con un 21 por ciento de share y 2.370.000 espectadores frente a 'Mi hija' que, de todas formas, aguantó el chaparrón bien: 15 por ciento de share y 2.408.000. 8, 4 puntos de diferencia en esta contienda directa, aunque Kiko Rivera estuviera tan crecido como repetitivo. 

No obstante, en 'Sálvame' son maestros en dotar de interés tenso el relato de su noche para que el encuentro entre Jorge Javier Vázquez y Rivera no fuera sólo una entrevista. El programa construye bien la liturgia televisiva para otorgar un objetivo narrativo que retenga mejor la atención del espectador. Así este 'Domingo Deluxe' colocó estratégicamente en plató un teléfono rojo como elemento disruptivo. "Ahí puede llamar Isabel Pantoja cuando quiera durante la emisión", recalcaban. Se escenifica una realidad complicada que es complicado que suceda. Es más, se le otorga iconografía que cala en la audiencia. Audiencia que se queda conectada a Mediaset pensando ¿y si, al final, llama? La importancia del relato en televisión. No sólo verbalmente, también teatralmente. Como consecuencia, 'Sálvame' envuelve mejor su contenido para que evolucione al menos televisivamente. Aunque la historia de los Pantoja lleve una eternidad estancada.

Mostrar comentarios