ANÁLISIS

Bertín Osborne tira del 'éxito Ayuso' para destacar en su regreso a Telecinco

Bertín Osborne e Isabel Díaz Ayuso en el programa.
Bertín Osborne e Isabel Díaz Ayuso en el programa.
Mediaset

Hace tiempo que a Bertín Osborne se le agotó el simpático gag de no saber encender la vitrocerámica de su cocina. 'Mi casa es la tuya' fue perdiendo tirón a pesar de su calidad técnica y de guion. El principal problema es que, a medida que avanzaba el espacio, el presentador fue perdiendo también naturalidad y ganó en comodidad. Interiorizó las expresiones y simpatías que gustaban a la audiencia y empezó a forzarlas de manera menos natural.

El formato fue perdiendo espontaneidad. Hasta con las habilidades para la comunicación de Bertín, que es un maestro de la cercanía televisiva. Lo fue siempre, de 'Lluvia de Estrellas' a 'Trato Hecho'. De ahí que también cuando llegó a 'En la tuya o en la mía' en TVE su docushow se transformara en una revelación en audiencias en la que pocos gurús confiaban. El acierto estuvo en envolver el desparpajo de Bertín Osborne de siempre con una factura visual impecable junto a unas tramas de guion paralelas a la entrevista principal que hacían más atrayente el encuentro. Todo está cuidado de los planos de contexto para describir mejor al invitado a las músicas que remarcan la emoción de la cita con modernidad. 

Y a esa esencia debe volver 'Mi casa es la tuya', un espacio que regresa esta noche y que necesita encontrar nuevos invitados realmente potentes. No vale cualquiera. Mejor si atesoran una vida experimentada. Y en la edición de retorno de este jueves la invitada será la presidenta de la Comunidad de Madrid Isabel Díaz Ayuso. Una líder política que, como Bertín, se maneja muy bien en el plano corto de la televisión. No crea indiferencia y las críticas le hacen más fuerte, pues proyectan su mensaje y la promocionan. 

Será una entrevista amable, perfecta y fácil para la ganadora de las últimas elecciones de la Comunidad de Madrid. Pero cierto es que la audiencia vive una cierta saturación de política que quizá no ayude al porvenir de este estreno. Debilidad que 'Mi casa es la tuya' intentará remediar intentando mostrar el lado más personal y desconocido de Ayuso, alejándose de la agenda de la actualidad política. O eso debería.

Ahí está la cualidad del éxito grande o menos grande de la nueva temporada del ya veterano espacio de Bertín Osborne. Volver al origen, al lado personal de personajes relevantes que acuden a su casa o, en el mejor de los casos, enseñan la suya con todo el interés que eso conlleva. Porque en los últimos tiempos el show perdió frescura. Pocos se atreven a abrir su hogar real y, al mismo tiempo, el propio Bertín Osborne ha parecido por momentos que se aburría de su propio programa. A menudo, da la sensación que el presentador está más pendiente de lo que le recitan por el pinganillo, mientras abraza con el brazo su sofá, que conocer, de verdad, al convidado.

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