OPINION

Bibiana Fernández, Anabel Alonso, Lolita y su virtud contracorriente que impulsa 'Tu cara me suena'

Bibiana Fernández en Tu cara me suena
Bibiana Fernández en Tu cara me suena

Bibiana Fernández ha acudido este viernes a Tu cara me suena para acompañar a su amiga Anabel Alonso en una imitación de Azúcar Moreno. Y cantaron, vamos que si cantaron. A su manera, pero cantaron.

Aunque sobre todo, Anabel y Bibiana, juntas, desprendieron esa química que es pura comicidad y que ya ha sido efervescente revelación de MasterChef Celebrity. No obstante y paradójicamente, el punto fuerte del paso de Bibiana por Tu cara me suena no ha sido durante la actuación: ha sucedido en el prolegómeno de la entrevista previa con Manel Fuentes y, después, en el encuentro posterior con el jurado.

Y es que Bibiana cuenta con una habilidad especial para dejar pegado al espectador frente a la pantalla cuando habla. El motivo: es transparente. No tiene demasiados filtros y narra su vida con una naturalidad pasmosa, cargada de detalles. Una característica que no abunda en la actual televisión de postureos y temores al qué dirán las redes sociales. Es más, una virtud que está en peligro de extinción en una época de dictaduras de lo políticamente correcto.

Bibiana cuenta en la tele sus experiencias sin red, aunque tengan que ver con la soledad y la muerte, lo hace sin pensar que en televisión ya no hay tiempo al tiempo. Y quizá tengan que editar el programa para resumir su intervención. En definitiva, Bibiana Fernández se deja llevar. Y eso es magnético, sobre todo, como es el caso, cuando las vivencias que se cuentan son interesantes e incluso inspiradoras.

Lo mismo sucede en TCMS con el papel de Lolita Flores y sus ¡anécdotas, anécdotas! que comparte la actriz y cantante con una apasionante precisión de detalles (nombrando lugares icónicos, artistas inolvidables, vivencias únicas), lo que se ha traducido en un aliciente extraordinario en el encanto de Tu cara me suena. Porque la hija de Lola Flores es como de la familia. Aporta un valor nostálgico al programa, que engancha, te deja pegado al televisor y emociona. Al fin y al cabo, ella es parte intrínseca de nuestro país, de la cultura popular. Como su madre.

Se puede decir que Lolita lo ha mamado y en Tu cara me suena nos hace partícipes de esa forma de entender la televisión desde la cercanía, desde la complicidad, sin corazas y apostando por el bagaje de su arte de largo recorrido. Sus tablas en TV, teatro y cine son una garantía infalible, ya que propician un apego increíble en el público: el que recuerda a través de la mirada de Lolita y el que descubre a través de la mirada de Lolita.

Una virtud que también desprende Bibiana. Otra profesional del medio que lleva décadas estando presente allá donde la televisión hacía su revolución. De ahí que Fernández haya destacado, este viernes, como invitada junto a Anabel Alonso que, por cierto, ha aupado el protagonismo de su compañera dándole el espacio que necesitaba con su astuta destreza para la comedia inteligente, rápida de reflejos y que, asimismo, sabe la posición que merece en cada momento, ya sea presentando un programa, como concursante de un talent, como actriz de una serie o siendo la maestra de ceremonias de una gala de premios. Anabel hace más grande e ingenioso todo lo que toca. Porque es otra maestra de la mejor televisión: la que sabe que 'hemos venido a jugar'.

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