EN PERSPECTIVA

Carlos Herrera, cuando la ironía de la radio estuvo al servicio de la tele

30 aniversario del estreno de 'Primero Izquierda' en TVE

Carlos Herrera en 'Primero Izquierda'
Carlos Herrera en 'Primero Izquierda'
RTVE

La radio sigue siendo la gran escuela de los comunicadores de la televisión. No es casual, en la inmersión de un estudio radiofónico se adquiere el gran aprendizaje de saber escuchar. Entonces, el presentador se transforma en un conversador con el espectador. Y esa bidireccionalidad de construir la complicidad al conectar con una voz sin distraerte con nada más también permitía a los locutores experimentar con la imaginación. Probar e incluso atreverse a equivocarse, aprendiendo a manejar los tiempos, intuir los intereses reales del espectador lejos de los ruidos interesados de la política -que no es lo mismo- y hasta entender los significados de los silencios. Tan importantes los silencios. En los medios, en el plano corto y en la vida en general. 

La radio no es igual que la tele. Pero la radio es la escuela perfecta para curtirse en directo sin red y que, después, la tele no te engulla. Si decides trabajar en la tele, claro. Joaquín Prat, Javier Sardá, Jesús Quintero, María Teresa Campos, Gemma Nierga, Julia Otero, Mara Torres, David Broncano, Carlos Herrera... Todos, todos, han tenido la visión de hacer crecer a la tele ayudados porque, a la vez, tenían la práctica de la radio. Esa radio en la que para contar una buena historia sólo basta un micrófono, carácter y la inteligencia de la inventiva.

En la antesala del día mundial de la radio de 2021, que se celebra mañana día 13 de febrero, es interesante viajar justo treinta años atrás cuando un "locutor de ustedes", Carlos Herrera, estrenó el complicado show de variedades 'Primero Izquierda'. Herrera ya había demostrado su destreza ante la cámara en el espectáculo 'Sábado Noche', que condujo junto a Bibiana Fernández. Pero aquí daba el salto a un programa de gran formato, con uno de los decorados más espectaculares de la historia de TVE.

Dentro del estudio de Televisión Española, se construyó un gran teatro que estaba rodeado de una transitable calle de cartón piedra con su bar, con su paso de peatones, con su gran banco-mirador a la ciudad, con su bloque de viviendas, hasta con un ascensor para subir a ese 'Primero Izquierda'. Herrera se iba moviendo por toda la escenografía como si fuera el protagonista de una ficción y se relacionaba con distintos personajes, ya fuera para ir palco del gran teatro para disfrutar de una actuación de José Luís Perales o volver a su apartamento por una pasarela elevada para entrevistar a Margaret Hilda Thatcher, que allí estuvo de visita en una entrevista que fue un interesante duelo de seducción periodística.

Un difícil espectáculo que combinaba la entrevista en diferentes ambientes que podrían ser de cualquier barrio de cierto glamour con la actuación de varietés. Pero para unir todo se necesitaba a un autor con la capacidad y credibilidad para manejar la versatilidad de tantos ambientes y que pareciera sólo un universo. Carlos Herrera fue el elegido, como si se tratara de un galán de la escena. No sólo era un presentador, era y es un hombre de radio que entonces ya había demostrado su habilidad para manejar los compases en la televisión que intentaba una revolución de modernidad, especialmente en la época de Pilar Miró cuando TVE se preparaba para la llegada de las privadas.

Y en la televisión como mejor se maneja la complejidad y como mejor se abrazan vínculos de empatía con el espectador es a través de la ironía inteligente. Ahí Carlos Herrera, con la radio a sus espaldas, como David Broncano hace en la tele de hoy, ha sido rápido e ingenioso dando más matices a aquella televisión que no se quedaba en las trincheras e intentaba indagar con arte en el arte de los invitados. Tónica habitual en sus programas de los ochenta y noventa, en Canal Sur y en TVE donde capitaneó este azaroso 'Primero Izquierda' que no quiso ser un show de variedades sin más, quiso ser un barrio en el que cruzarse sin demasiados prejuicios con Rocío Jurado, Curro Romero, Camarón de la Isla, Tomatito, Antonio González "El Pescadilla", Donna Summer, Paquita Rico, Spandau Ballet, Rita Pavone, Concha Velasco, Catherine Deneuve o Diana Ross. Todos, diversos y entremezclados sin demasiados prejuicios, como en aquella radio que lograba un clima de convivencia entre los oyentes con ayuda del enriquecedor espíritu crítico de la mordacidad que no se quedaba exclusivamente en incidir en lo que nos separa y nos enfocaba en todas las bellas contradicciones cotidianas que nos unen. Eso, al fin y al cabo, es la radio... y la tele. 

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