OPINION

'Chernobyl' y la memez del idioma

Emily Watson, Chernobyl
Emily Watson, Chernobyl

El final de un fenómeno televisivo como 'Juego de Tronos' siempre deja un vacío en la audiencia que, esta vez, HBO ha sabido cubrir rápidamente con el lanzamiento de 'Chernobyl'. La cadena de pago norteamericana ha colocado su miniserie justo en el momento adecuado para potenciar una nueva catarsis global. Una que nadie se veía venir.

Para lograr este hito tras 'Juego de Tronos' y, así, retener suscriptores en la plataforma bajo demanda, ha jugado a favor el hecho de que la historia de Chernobyl es enormemente reconocible por una audiencia que recuerda vívidamente lo sucedido. Con su título, simplemente Chernobyl, el producto se vende solo, pues el espectador ya cuenta con curiosidad por los tejemanejes de la catástrofe.

Pero, además, existe tanta información en las redes sociales sobre lo que ocurrió y cómo permanece en la actualidad la zona de exclusión, que la producción de HBO supone ahora una experiencia transversal. No sólo ves la serie, sino que después el público puede acudir a contrastar dudas y ampliar información a golpe de Google e incluso recorrer virtualmente la ciudad fantasma de Pripyat en la actualidad.

'Chernobyl' ya es un fenómeno. La capacidad de plasmar la crudeza de la historia real con un trasfondo emocional sublime ha atrapado a una audiencia de calidad. Sin embargo, al ser un hecho real, ha surgido el debate en las redes sobre por qué los rusos hablan en inglés en la ficción.

¿No será porque la serie es una producción anglosajona y, por tanto, de habla inglesa que busca una proyección internacional? Como tantas otras a lo largo y ancho de la historia del audiovisual internacional.

Las susceptibilidades en las redes sociales han generado, de pronto, un revuelo sobre el inglés como 'lengua oficial' en Chernobyl. Si hubiera sido rodada en ruso con actores rusos, el proyecto habría sido menos accesible a nivel internacional. Por eso mismo los alemanes de 'La Lista de Schindler' también hablaban inglés. O los daneses de las múltiples adaptaciones de 'Hamlet'. O Cristóbal Colón en las películas que se han hecho sobre el descubrimiento de América. O los españoles de 'Lo imposible'. Porque el idioma es sólo un código.

Y, desde luego, mejor apostar por un inglés puro que poner a actores hablando en inglés con acento ruso, algo que suele resultar más grotesco. El inglés como idioma oficial de una producción que pretende abrirse mercado no es más que una norma de ese mismo mercado, dedicado a crear y vender historias para el mayor número de espectadores posibles. El potencial de 'Chernobyl' no era para menos.

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